11 enero 2013

¡LLEGÓ COMO LLEGA SIEMPRE…. Y SALAMANCA OS ESPERABA!


En la liturgia se conoce con el Tiempo Ordinario a ese periodo de tiempo que no coincide ni con la Cuaresma - Pascua ni con el Adviento - Navidad. Estamos por tanto en ese espacio que litúrgicamente se inició pasado el 6 de Enero y que finalizará el martes 12 de Febrero, víspera de la Cuaresma. A partir del Miércoles de Ceniza, incluso antes, las webs, los blogs, los foros, etc. "echarán humo" contando y poniéndonos al día sobre la amplia y variada actividad que las hermandades y cofradías de penitencia desarrollan en las fechas anteriores a la Semana Santa.

Por eso me gustaría aprovechar este periodo para acercarte algunos artículos, comentarios, entrevistas, etc. que espero sean de tu interés y también que contribuyan, si cabe, a dar Luz y Esperanza a quienes puedan estar en un momento de incertidumbre, dudas, falta de ilusión e incluso, por qué no, para poner en positivo momentos y vivencias no muy lejanas.

Y quería empezar rescatando el artículo que en el Boletín Nº 10 de "Pasión", que edita la Hermandad del Santo Rosario y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Señor de la Pasión Despojado de sus Vestiduras, María Santísima de la Amargura, Madre de la Iglesia, y San Juan Evangelista de Jaén, tuve el honor de escribir a petición de su recientemente reelegido Hermano Mayor, D. David Torres Latorre con motivo de la visita, presencia y testimonio que durante la Bendición de la Sagrada Imagen de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras de Salamanca, celebrada el 11 de Febrero de 2012, tuve el honor de vivir junto a él y varios miembros de la hermandad jienense.

Gracias a la actual Diputada de Caridad, mi hermana y amiga Dª María José de la Torre Ávalos, el pasado mes de diciembre pude tener en mis manos un ejemplar de dicho boletín, lo cual me llenó de inmensa alegría, pues siempre es un motivo de satisfacción recordar o revivir momentos como el que te he referido o los que gracias a los hermanos de Jaén pude compartir en el pasado Quinario en honor a N.P. Jesús de la Pasión Despojado de sus vestiduras.
 
El artículo lleva por título:   

¡LLEGÓ COMO LLEGA SIEMPRE…. Y SALAMANCA OS ESPERABA!

Queridos hermanos y hermanas de la Hermandad del Santo Rosario y Cofradía de Nazarenos de de Nuestro Señor de la Pasión Despojado de sus Vestiduras y María Santísima de la Amargura. Aprovecho la oportunidad que me brindáis para, en nombre de la Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus vestiduras y María Santísima de la Caridad y del Consuelo de Salamanca, os traslade con todo mi cariño y con la ayuda del Señor, aquello que hace unos pocos años era un sueño, un proyecto,… y que hoy día es una realidad que va tomando cuerpo, consolidándose y, como diría aquel capataz del paso de palio “avanzando, siempre de frente y poco a poco”.

La Semana Santa salmantina, declarada de Interés Turístico Internacional, se conforma actualmente por 16 Hermandades, Cofradías y Congregaciones, en torno a la Junta de Semana Santa y dentro de la iglesia diocesana salmantina, de cuya Coordinadora de Hermandades y Cofradías formamos parte.

Desde los años 80 del siglo pasado, y a pesar de varios intentos, nadie, persona o grupo, había sido capaz de crear una nueva asociación pública de fieles como son las nuestras, pues como bien sabéis las dificultades, de todo tipo, contribuyen a que las ilusiones del principio se vayan desvaneciendo y al final todo quede en buenos proyectos guardados en el fondo de un cajón.

Mi relación con vuestra comunidad autónoma, con distintas provincias y localidades andaluzas, me permitieron ya no solo disfrutar de vuestra Semana Santa, sino acercarme a otra forma de vivir la piedad popular, más allá de lo estético, lo artístico o lo que trasciende al “espectador”. Los fines, el gobierno, la presencia y participación en el seno de la Iglesia, etc. despertaron en mí aquellos principios que siempre han estado presentes en la creación de una hermandad y cofradía y que no suelen ser propios de Salamanca. Y, siguiendo ese noble y humilde modelo de vuestra Semana Santa, fuimos capaces de elaborar un proyecto de hermandad por y para este nuevo siglo, dentro de la diócesis salmantina, siendo conscientes de la realidad actual, tanto social, como económica pero, y lo más importante, teniendo muy presente que debíamos ser una asociación que bajo el mensaje de Jesús, “Dios es Amor”, - nuestro lema - viviésemos y conviviésemos todo el año apoyándonos y apostando por unos fines concretos: la Evangelización, la Formación, la Asistencia Social y Caridad y la devoción y el culto a Nuestros Sagrados Titulares.

En 2007 pusimos en marcha toda “la maquinaria” con el fin de poder obtener el nombramiento de hermandad por parte de nuestro Obispo. Fueron meses muy difíciles, de mucho trabajo burocrático, reuniones, contactos, trasmitir el proyecto a otras personas, encontrar una sede canónica, elaboración de estatutos, presentación de nuestro proyecto al resto de hermandades para obtener su apoyo o parecer, etc. Momentos en los que la Esperanza siempre estuvo presente, aunque es justo reconocer que al igual que el Señor, caímos una y otra vez, pero siempre asidos a Su mano, conseguimos levantarnos. De este modo, el 3 de Marzo de 2008 recibimos de ansiada y esperada de noticia. D. Carlos López, Obispo de Salamanca, procedía a erigirnos canónicamente como Hermandad de Penitencia, aprobando nuestros Estatutos y animándonos a llevar a cabo todo aquello a lo que nos habíamos comprometido en nuestro proyecto de hermandad.

Ahora, al cumplirse los primeros cuatro años de historia, echamos la vista atrás, y vemos con emoción que el camino hasta aquí ha estado lleno de luces y sombras, de buenos y no tan buenos momentos, de más dificultades de las previstas, pero siempre con las ilusiones prácticamente intactas y con una firme constancia, entrega y sacrificio por parte de casi todos.

Había algo que suponía todo un hándicap, aunque podía y ahora mismo tiene una lectura positiva, que era la ausencia de una Imagen. Nuestra Hermandad, a diferencia de otras, no se apoya en sus inicios en una Sagrada Imagen que estuviese presente en una iglesia, sino que nuestro apoyo principal y único estaba en nuestros estatutos. Quienes se acercaban a “Jesús Despojado” lo hacían atraídos por el carisma, el mensaje, los fines, sus actos… y no por algo que se pudiera contemplar en una Capilla o en un paso procesional, que sirviera de medio para canalizar la fe, a quien ofrecerle gratitud, suplicarle el perdón o implorarle su ayuda.

Nuestro “Jesús Despojado era de carne y hueso”. Lo fuimos encontrando cada día en todas y cada una de las personas con quienes compartimos nuestro amor, nuestro cariño, nuestros sentimientos. Aquellos que Jesús consideraba sus preferidos, sus elegidos… Hermanitas de los Pobres, Cáritas, Manos Unidas, Ave María, Cruz Roja, etc.

Tantos y tantos despojados, como nosotros, de los cuales recibíamos su amor multiplicado por infinito. Esto, acompañado de un conjunto de actividades a veces desbordante, nuestro plan de formación, nuestra vida de hermandad ajustada a cada ciclo litúrgico, etc. han ido configurando lo poquito que hoy somos y que, el pasado día 11 de Febrero tuvo una “recompensa” con la Bendición Solemne de Nuestro Titular, Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras.

Una Bendición que la Junta de Gobierno que me honro presidir siempre tuvo clara en cuanto organización y criterios. No podíamos quedarnos en un acto interno, solo y exclusivo para los hermanos y hermanas, aunque estos sean el principal patrimonio de la Hermandad. Debía, y así fue, tener un carácter diocesano, fraternal, de comunidad. Y de este modo, quisimos que estuvieran, que estuvierais, presentes todas aquellas hermandades, asociaciones, instituciones o personas que a lo largo de este tiempo han sido también “Jesús Despojado”. D. Florentino Gutiérrez, Vicario General, fue el encargado de la Bendición del Señor, siendo los Padrinos de la misma la Hermandad de Jesús Despojado de Sevilla y las Hermanitas de los Pobres de Salamanca. El Grupo Musical Diocesano y el Cuarteto Arpeggione se encargaron del aspecto musical, siendo retransmitida por televisión para toda Castilla y León.

Todo ello en torno a una Imagen, realizada por nuestro admirado amigo, el escultor e imaginero cordobés D. Francisco Romero Zafra. Su trabajo, sus obras, no seré yo quien las juzgue o descubra ahora, pero no sería justo si no reconociera que la Imagen que Romero Zafra a realizado para nuestra hermandad es el resultado de conjugar la profesionalidad, el arte, el buen hacer del escultor y, algo que es muy importante, la impronta o la sensibilidad de nuestra cofradía.

Decir que la Parroquia de la Purísima salmantina congregó a más de un millar de personas que no quisieron perderse la oportunidad de estar ante Él por vez primera quien, parafraseando el titulo de una marcha procesional “Llegó como llega siempre… y Salamanca le esperaba”.

Como Hermano Mayor, además de dar las gracias a todo el equipo que me apoya con su trabajo y propuestas cada día, al Grupo Joven, y a muchos hermanos y personas ajenas a la hermandad, solo puedo decir que aún me siento abrumado por la respuesta, el cariño, el apoyo que recibimos ya no solo a lo largo de esa jornada, sino en los días anteriores y posteriores a la Bendición.

Y un ejemplo de ello es la presencia, la grata y siempre emocionada presencia, de vuestra hermandad. No puedo pasar por alto el apoyo incondicional de vuestro Hermano Mayor D. David Torres, ya no solo con su presencia, sino muchos días antes del acto, incluso meses: “Ángel – me decía – Nuestro Señor de la Pasión Despojado de Jaén estará con vosotros”. Y lo estuvo magníficamente representado por un grupo de hermanos y hermanas con los que en mayor o medida he podido crear vínculos de amistad, de fraternidad, y entre los que he encontrado que son muchas las cosas que nos unen, en torno a una misma advocación y con la presencia siempre necesaria de nuestra Madre, intercesora nuestra, la Santísima Virgen de la Amargura, que es Caridad y Consuelo para todos nosotros.

Días intensos, inolvidables, plenos de emociones y momentos que se guardan muy dentro de un corazón que a veces también sangra, pues las heridas en este ámbito cofrade tardan mucho en cicatrizar, pero que la rama de olivo de Jaén que prendió vuestro Hermano Mayor en el cordón del Señor, como regalo de vuestra querida hermandad, me hace recordar cada día cuando estoy ante El, que hasta esta fría tierra de Castilla, hermosa como otras, se desplazaron unos “ángeles” que traían el mensaje de “su Jesús Despojado” para que continuásemos con el camino iniciado, pero esta vez acompañados y asidos de sus manos. Gracias hermanos y hermanas, de todo corazón.

Sin duda, sería muy extenso relatar todo lo que dieron de si este día y medio que compartimos con vosotros y con otros hermanos procedentes también de Andalucía, Levante, Extremadura, Aragón y de la propia Salamanca. Se necesitarían muchos boletines para expresar y trasladar cada momento y cada instante, pero puedo aseguraros que no habría suficientes hojas ni palabras para agradecer tanto amor por hemos recibido por vuestra parte y por la de otros hermanos y amigos y, lo que es aun más grande, amor y felicidad que seguimos recibiendo.

Un amor que no es de una sola dirección, pues al igual que cuando dos personas se unen, las hermandades también debemos apostar y luchar porque ese amor, esa fraternidad, esos estrechos lazos que nos funden, han de estar presentes en asociaciones hermanas como la nuestra. La experiencia, con la Hermandad de Jesús Despojado de Sevilla es un ejemplo claro y patente de este hermanamiento, que sin papeles de por medio, está presente en nuestras dos corporaciones.

Estoy seguro, pues ya es una realidad, que Jaén y Salamanca, Salamanca y Jaén, tienen mucho camino que compartir y que estoy deseoso de que así sea. El fue testigo de ese “encuentro” y estoy convencido que nos llevará hasta vosotros el próximo mes de noviembre, donde tendremos la oportunidad de unir más nuestros corazones y establecer lazos sólidos que contribuyan ya no solo a favorecer nuestro mutuo apoyo, sino a sentar las bases de proyectos comunes a favor de los que más necesitan de nuestra presencia. Nuestra hermandad quiere estar presente y participar activamente de esa convivencia y por ello vamos a luchar y trabajar a partir de estos meses, si así lo consideráis oportuno.

Para terminar, solo me queda invitaros en nombre de la Junta de Gobierno a que os acerquéis por esta tierra salmantina, cuyas piedras doradas nos acogen cada día y que han sido testigo y son de momentos inolvidables, como fue el traslado solemne de Nuestro Padre Jesús Despojado a nuestra sede canónica. Calles y piedras que os esperan para pasear, para disfrutar, para que viváis y compartáis junto a nosotros la experiencia de postraros ante el Señor en San Benito, para disfrutéis desde la fe de una Semana Santa distinta en los estético, pero igual en lo espiritual, y para que podamos complaceros siendo vuestros anfitriones, algo que siempre será un honor y un orgullo para nosotros.

Mis últimos deseos son para todos y cada uno de vosotros, para que viváis una Semana Santa enraizada en vuestro corazón a través de la fe y devoción a vuestros Sagrados Titulares, sin olvidar que El “se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó a sí mismo” (Flp 2,6-8).

Que Nuestro Señor de la Pasión Despojado de sus Vestiduras y María Santísima de la Amargura os bendigan y protejan.