28 febrero 2018

Santo Cristo de la Universidad - Córdoba

Hoy quiero compartir contigo 40 fotografías que realicé el fin de semana pasado en Córdoba. Particularmente no son unas fotografías cualesquiera. Tanto en su ejecución como lo que significó estar frente al "crucificado de Miñarro" supondrá un punto de inflexión en cuanto a mi afición como fotógrafo cofrade. Espero que disfrutes contemplándolas.

Para ello, quiero complementarlas con la información que la Hermandad Universitaria de Córdoba incluye en el folleto que puedes encontrar si visitas la Iglesia de San Rafael, sede canónica de la corporación del Martes Santo cordobés.

La talla del Santo Cristo de la Universidad, como ya te he comentado, es obra del profesor Juan Manuel Miñarro. Fue bendecida el 13 de Marzo de 2010 y representa el 5º Misterio Doloroso del Santo Rosario y la 12º Estación del Vía Crucis: "Cristo queda desplomado en la cruz" (Mt 27,50; Mc 15,37; Lc 46 y Jn 19,30).

La Sagrada Imagen recoge con minuciosa fidelidad los datos de la Sábana Santa: la cabeza sobre el hombro derecho, el vientre hinchado, las rodillas flexionadas, los dos pies clavados juntos, con el izquierdo sobre el derecho.

En todo el cuerpo, la sangre cuagulada que dejaron los azotes con el látigo de tres colas, los regueros de la que derramó su cabeza, torturada por la corona de duras espinas; de la que provocaron en su manos y sus pies los clavos que las atravesaban, y de la que, mezclada con suero ("agua") salió del costado derecho, efecto de la lanzada que certificaba la muerte del Crucificado. El pómulo derecho inflamado, el cartílago de la nariz roto, el labio superior hinchado.

Forman la cruz un palo vertical, cilíndrico, como el que estaba fijo en el Calvario, y otro horizontal, como el que llevaba el reo sobre los hombros; las marcas de la Sábana Santa en la espalda de la imagen, muestran que éste era de sección cuadrada.

El "títulus crucis" está escrito en hebreo, griego y latín, de derecha a izquierda y con grafía incorrecta de "Nazareno" en estas dos lenguas. Dice: "Jesús Nazareno rey de los Judíos", como confirma el Evangelio de San Juan (19.9).

La imagen irradia sufrimiento, consecuencia de la feroz tortura que sufrió Cristo desde sus apresamiento. El rostro, sin embargo, refleja la majestad del Hijo de Dios y la paz del Redentor del mundo cuando ya "todo se ha cumplido".