29 diciembre 2016

Momentos para la Esperanza - Besamanos de la Esperanza Macarena 2016

La llamada de la Esperanza no es una llamada cualquiera. Que nadie se moleste, pero negar lo evidente es una de las mayores necedades del ser humano.

Evidente son las largas colas que, a lo largo de los cuatro días que comprenden su Devoto Besamanos, discurren desde la calle Feria hasta el interior de la Basílica, colas de devotos y devotas que no dudan en aguardar más de hora y media.

Evidente son las decenas de jóvenes que cada noche acuden a esa cita junto a Ella, en Vigilias que se quedan grabadas en alma para siempre. Y al día siguiente, con sus ojeras señaladas en la cara, acuden prestos para estar de nuevo junto a la Madre.

Evidente son esas conversaciones frente a la Madre, conversaciones que apenas duran unos segundos, y que sin embargo condensan todo un conjunto de suplicas, oraciones o agradecimientos.

Evidente, sí hermano y hermana, es ver a familias enteras acudir al encuentro de la Esperanza. Bebés que aún no saben pronunciar mamá o papá, aunque con la mirada tierna de sus ojitos gritan ¡Macarena guapa!

Evidente, ufffffffff, evidente es poder ser “cirineo” de quienes su movilidad les impide valerse por sí mismos y acercarles hasta su mano…

Evidente es, en definitiva, compartir amor, pasión, devoción y momentos de emoción que brotan desde corazones necesitados de Esperanza hacia quien dijo Sí a la llamada del Señor para engendrar en sus entrañas al Mesías Salvador.

Cercanas las 23.00 de la noche, la Basílica cierra sus puertas. Un rayo de luz, desde lo alto de la espadaña, ilumina el entorno. El arco macareno, como si de la Luna se tratara, recibe el resplandor de la Estrella de la mañana, mientras un turista, cámara en mano, pregunta a un sevillano: ¿qué fiesta se celebra tras esas rejas? Y el sevillano responde: Es la Madre de Dios que ha bajado del cielo a Sevilla y ha teñido de verde a lo largo de cuatro días las almas de miles de hombres y mujeres de buena voluntad.

Gracias a quienes competisteis conmigo estos días; gracias por dejar que vuestras fotografías sean testimonio vivo de lo que cuento y gracias a la Hermandad de la Macarena por permitirme estar un año más tan cerquita de Nuestra Madre de la Esperanza.

¡Feliz Año 2017 para todas y todos!













































27 diciembre 2016

Nacimiento de la Hermandad de la Macarena - Navidad 2016

Y aconteció en aquellos días que salió un edicto de parte de Augusto César, que toda la tierra fuese empadronada.
Este primer empadronamiento se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria.



E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad.
Entonces subió José de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David, para ser empadronado con María, su mujer, desposada con él, la que estaba encinta.



Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días en que ella había de dar a luz.
Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.



Y había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre sus rebaños.
Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.



Pero el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que serán para todo el pueblo:
que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
Y esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.



Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios y decían: 
¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!



Y aconteció que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron los unos a los otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido y que el Señor nos ha manifestado.
Y vinieron deprisa y hallaron a María, y a José, y al niño acostado en el pesebre.



Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Y todos los que oyeron se maravillaron de lo que los pastores les decían.
Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.



Y los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.



Belén realizado por Eduardo Fernández Melero y los figuristas José Rioja y Luis Lagares