“Porque un niño nos es nacido,
hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre
Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6).
La palabra “príncipe”, según el
diccionario, es un “nombre que indica la dignidad del que posee un título que
le otorga soberanía”. Jesús posee la soberanía, y al darle el nombre de
príncipe, Dios el Padre le confiere toda la dignidad sujeta a este título.
Pero la palabra “príncipe”
designa también al Hijo del Rey. Dios nos recuerda aquí que Él es el Rey
soberano que reina sobre el mundo. Jesús es el Príncipe de la Paz verdadera.
Es en Él que puedes encontrar
auténtica paz: Primero, paz con Dios. Jesús es el Príncipe de paz porque su
sacrificio te reconcilia con Dios. Y segundo, paz en tu corazón. Es una paz tan
grande que nunca podrás encontrar algo similar en ninguna otra parte.
Jesús te dice: “La paz te dejo,
mi paz te doy; yo no te la doy como el mundo la da. No se turbe tu corazón, ni
tenga miedo” (Juan 14:27).
La Hermandad Sacramental,
Mercedaria y de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus vestiduras y
María Santísima de la Caridad y del Consuelo hará su Estación de Penitencia de
2022 con una nueva imagen.
Según ha tenido conocimiento el
Blog de Macareno40, varios miembros de la hermandad, con el visto bueno de la
junta de gobierno, sufragarán los gastos de esta nueva talla. Se trata de una imagen
de San Juan Evangelista que acompañará a la titular mariana, María Santísima de
la Caridad y del Consuelo.
La imagen del “Discípulo Amado”
será realizada por el imaginero cordobés, D. Francisco Romero Zafra, autor
también de las Sagradas Imágenes Titulares de la cofradía salmantina del
Domingo de Ramos.
De este modo, se ve cumplido
uno de los sueños de la hermandad, principalmente de los jóvenes, su patrón.
Felicitamos a la hermandad por esta nueva incorporación que, sin duda, será un
icono más que ayude a acrecentar la fe de sus miembros.
Aún no ha amanecido y los
hermanos y hermanas de la Hermandad de la Macarena se acercan a la verja de la
Basílica de la Esperanza Macarena. Son las 7:00 de la mañana. El frío se hace
presente en el diciembre sevillano, pero no les importa. La emoción de poder
estar unos segundos frente a la Madre de Dios es superior a cualquier
circunstancia terrenal. Ella les dará calor, en forma de Esperanza, esa
esperanza que tanto tiempo llevan anhelando y necesitando.
Trabajadores de todo tipo, escolares
y universitarios, jóvenes y no tan jóvenes, hombres y mujeres, van pasando
entre los paneles de metacrilato hasta llegar a la alfombra que, bajo sus pies,
se convierte en un mar de sentimientos incontrolados. La Esperanza aguarda su
presencia y sus corazones lo saben. Fijan su mirada en la suya mientras
escuchan el manido sonsonete (en ocasiones necesario) de “por favor, vayan
pasando, no se paren”. Pero no les importa. Ella, sólo Ella, es la protagonista
de su voz interior. ¡Su Esperanza Macarena!
En esos escasos segundos se concentran tantas peticiones, tantas oraciones, tantas gratitudes, que resulta imposible decírselas todas. Sin embargo, con María, todo es posible. Ella lo puede todo, lo calma todo, lo llena todo y, sí, lo sabe todo. No necesita que se lo contemos. Pues, aunque no seamos conscientes, la Esperanza es la que llama y nosotros los que acudimos.
Algunos, los que disponen de
más tiempo, se quedan sentados unos minutos en las sillas situadas tras las
vallas que las separan de su cercanía. ¡Y no dejan de mirarla! Su belleza, sus
palabras, su presencia… les embriaga. Han sido meses duros - aún lo son - para
algunos más que para otros. Hay quienes han perdido a un ser querido o han
sufrido en su propia persona las consecuencias de este ocupa con nombre de
“corona” y de “virus”. Otros han perdido su empleo o su empresa. Y, por
supuesto, muchos sufren los daños colaterales que esta situación provoca en
nuestra maltrecha mente. Por ello, todos, sin excepción, necesitan (necesitamos)
su Esperanza.
Ni la preciosa saya de las
Virtudes Teologales que, en plena pandemia, confeccionara José Antonio Grande de
León o el manto camaronero diseñado y bordado por Juan Manuel Rodríguez Ojeda, desvía los pensamientos de estos macarenos de corazón, de sentimiento, de
lealtad y profunda fe en Jesús de la Sentencia.
Tras presentarme ante Ella y
soltarle “mis letanías” de costumbre, me queda una sensación contradictoria. ¡Quiero
más! Mi corazón se ha llenado de Amor y de Esperanza, pero mi egoísmo pide más.
¿Cómo explicar que la presencia de María de la Esperanza Macarena en mi corazón
es el motor que da sentido a mi vida? No exagero. Por supuesto que hay otras
muchas personas que dan sentido a mi vida: mi mujer, mis hijos, mis nietas, mi
familia y una larga lista de buena gente y gente buena, pero la Esperanza es de
otra dimensión que, solo los que le profesamos nuestra fe y devoción, somos
capaces de expresar con palabras.
Pido permiso a dos miembros de
la junta de gobierno para poder hacer fotografías. Y ello me llena de consuelo,
pues puedo estar más tiempo mirándola. Y, entre foto y foto, completo todo
aquello que me ha quedado en el tintero cuando he pasado ante Ella. Fotografías
que hoy comparto contigo, especialmente para ti que este año no has podido
estar con tu Esperanza todo el tiempo que deseabas o, incluso, por circunstancias
adversas te ha resultado irrealizable tu desplazamiento hasta la basílica.
Son cerca de las 8:45, la hora
que marca el fin de la veneración para los hermanos. Recojo mis bártulos y me
encamino a salida. Me vuelvo, la miro, me ve entre tantas cabezas y le prometo
volver. Promesa que cumplo, junto a mi Pilar de Esperanza, participando en su
Función Solemne con motivo de su festividad. Función en la que, como es
costumbre, no estábamos todos los somos, pero si somos todos los que estábamos
y de la que salí nuevamente lleno de Esperanza pues, además del Amor de la
Santísima Virgen Macarena, la Palabra se hizo presente a través de monseñor Juan
José Asenjo, arzobispo emérito de Sevilla, a quien agradezco sus palabras, su
magisterio, sus enseñanzas para quienes tuvimos la ocasión y la dicha de
escucharle.
Mucha Esperanza para todos los seguidores del blog.
¡ Feliz Navidad, Felices Pascuas y Feliz 2022 para todos !
Aclaración: Reportaje realizado con equipo fotográfico y teléfono móvil.