24 mayo 2010

Beatificación de Madre María de la Purísima - Hermandad de la Macarena

El próximo día 18 de Septiembre de 2010 muchos macarenos y macarenas tendremos la oportunidad de participar en el acto de Beatificación de Madre María de la Purísima, acto que tendrá lugar en el Estadio Olímpico de la capital sevillana.

La noticia ha cobrado una dimensión especial, sin que ello signifique restar protagonismo al propio hecho de la beatificación, al aprobar la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Macarena, que la Santísima Virgen de la Esperanza presida el altar donde se llevará a cabo dicha beatificación.

Pero hasta que ese ansiado momento llegue, es importante que nos acerquemos a la figura de esta "hermanita de la cruz", la cual entregó su vida, siguiendo el ejemplo de Santa Ángela, ofreciendo su amor a los más necesitados y desfavorecidos.

De la página web creada para tan magno acontecimiento, os doy traslado de parte de su historia, de su vida, en especial para aquellos que no habéis o habemos tenido la oportunidad de conocer su trayectoria humana.


Madre María de la Purísima de la Cruz, (en el siglo: María Isabel Salvat Romero) nació en Madrid el 20 de Febrero de 1926 en la calle Claudio Coello nº 25, en el seno de una distinguida familia de alto nivel social. Fue bautizada en la Parroquia de la Concepción, en la calle Goya de Madrid. El día 8 de diciembre de 1944, cuando contaba 18 años, ingresó en la Compañía de la Cruz. Tomó los hábitos en 1945, profesó temporalmente en 1947 e hizo los votos perpetuos en 1952. Culta y distinguida hablaba tres idiomas, francés, inglés e italiano y debido a su piedad, no extrañó a la familia su decisión de ser hermana de la Cruz.

Fiel seguidora de Santa Ángela y observadora intachable de las reglas del Instituto, mantuvo intacto el carisma fundacional. Fue elegida Madre general de la Compañía de la Cruz el 11 de Febrero de 1977, pero antes fue superiora de las casas de Estepa y Villanueva del Río y Minas, maestra de novicias y consejera generalicia.

Austera y pobre para sí misma -«De lo poco, poco», solía decir- hacía vivir a las hermanas el espíritu del Instituto en la fidelidad a las casas pequeñas y se entregó a todos los que la necesitaban, especialmente a las niñas de los internados. También los pobres y enfermos ocupaban un lugar privilegiado en su corazón. Así atendía con verdadero cariño a las ancianas enfermas de las «cuevas» de Villanueva del Río y Minas, cuando estuvo allí de superiora. Diariamente por la mañana iba hasta las «cuevas» para atenderlas: las lavaba, les hacía la comida, les lavaba la ropa. Y siempre se reservaba los trabajos más duros y penosos.

Gobernó la Compañía con incansable celo y gigante espíritu de Hermana de la Cruz. Su ideal fué hacer vida el carisma de la Santa Madre Fundadora y con su vida sencilla, humilde y llena de fe, supo dar ejemplo. Fue fiel seguidora de su obra, y ha dejado en el corazón de todas sus hijas deseos ardientes de imitar su amor a Dios y a su Santo Instituto. Falleció el día 31 de octubre de 1998.

El 27 de marzo de 2010, el Papa Benedicto XVI firmó el “Decreto del Milagro”, el último eslabón en la larga cadena de trámites, investigaciones y discusiones realizados bajo la responsabilidad de la Congregación para las Causas de los Santos. Con este Decreto, el milagro presentado para la Beatificación de Madre María de la Purísima quedaba definitivamente aprobado.

Igualmente, el 29 de marzo de 2010, el Ilmo. y Rvdmo. Sr. D. Francisco Ortiz Gómez, Vicario General de la Archidiócesis de Sevilla, hizo el siguiente comunicado:

"La Santa Sede, a través del Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, ha comunicado al Sr. Arzobispo de Sevilla, Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Juan José Asenjo Pelegrina, que el Santo Padre Benedicto XVI ha autorizado la promulgación del Decreto mediante el cual se fija la fecha de la ceremonia de Beatificación de la Madre María de la Purísima de la Cruz, que tendrá lugar en la ciudad de Sevilla el sábado 18 de septiembre de 2010, a las 10.00 de la mañana".

Para conocer más sobre Madre María de la Purísima, pulse en los siguientes enlaces: http://www.madremariadelapurisima.org/


23 mayo 2010

¡VEN, ESPIRITU SANTO!

INVOCACIÓN

Ven Espíritu Creador e infunde en nosotros la fuerza y el aliento de Jesús. Sin tu impulso y tu gracia, no acertaremos a creer en él; no nos atreveremos a seguir sus pasos; la Iglesia no se renovará; nuestra esperanza se apagará. ¡Ven y contágianos el aliento vital de Jesús!

Ven Espíritu de la Verdad y haznos caminar en la verdad de Jesús. Sin tu luz y tu guía, nunca nos liberaremos de nuestros errores y mentiras; nada nuevo y verdadero nacerá entre nosotros; seremos como ciegos que pretenden guiar a otros ciegos. ¡Ven y conviértenos en discípulos y testigos de Jesús!

Ven Espíritu Santo y recuérdanos las palabras buenas que decía Jesús. Sin tu luz y tu testimonio sobre él, iremos olvidando el rostro bueno de Dios; el Evangelio se convertirá en letra muerta; la Iglesia no podrá anunciar ninguna noticia buena. ¡Ven y enséñanos a escuchar sólo a Jesús!

Ven Espíritu del Padre y enséñanos a gritar a Dios "Abba" como lo hacía Jesús. Sin tu calor y tu alegría, viviremos como huérfanos que han perdido a su Padre; invocaremos a Dios con los labios, pero no con el corazón; nuestras plegarias serán palabras vacías. ¡Ven y enséñanos a orar con las palabras y el corazón de Jesús!

Ven Espíritu Bueno y conviértenos al proyecto del "reino de Dios" inaugurado por Jesús. Sin tu fuerza renovadora, nadie convertirá nuestro corazón cansado; no tendremos audacia para construir un mundo más humano, según los deseos de Dios; en tu Iglesia los últimos nunca serán los primeros; y nosotros seguiremos adormecidos en nuestra religión burguesa. ¡Ven y haznos colaboradores del proyecto de Jesús!


Ven Espíritu de Amor y enséñanos a amarnos unos a otros con el amor con que Jesús amaba. Sin tu presencia viva entre nosotros, la comunión de la Iglesia se resquebrajará; la jerarquía y el pueblo se irán distanciando siempre más; crecerán las divisiones, se apagará el diálogo y aumentará la intolerancia. ¡Ven y aviva en nuestro corazón y nuestras manos el amor fraterno que nos hace parecernos a Jesús!


Ven Espíritu Liberador y recuérdanos que para ser libres nos liberó Cristo y no para dejarnos oprimir de nuevo por la esclavitud. Sin tu fuerza y tu verdad, nuestro seguimiento gozoso a Jesús se convertirá en moral de esclavos; no conoceremos el amor que da vida, sino nuestros egoísmos que la matan; se apagará en nosotros la libertad que hace crecer a los hijos e hijas de Dios y seremos, una y otra vez, víctimas de miedos, cobardías y fanatismos. ¡Ven Espíritu Santo y contágianos la libertad de Jesús!


José Antonio Pagola
(Teólogo y sacerdote)

21 mayo 2010

MARÍA SANTÍSIMA DE LA ESPERANZA MACARENA SE TRASLADARÁ AL ESTADIO DE LA CARTUJA PARA LA BEATIFICACIÓN DE MADRE MARÍA DE LA PURÍSIMA.



En Cabildo de Oficiales Extraordinario, celebrado en la noche del día veinte de mayo, la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Macarena aprobó unánimemente, y por aclamación, la petición realizada por la Delegación Diocesana para la Beatificación de Madre María de la Purísima, para que María Santísima de la Esperanza Macarena, de las que las Hermanas de la Cruz son Madrinas de su Coronación Canónica, presida el altar donde se llevará a cabo la Beatificación de otra Hermana de la orden que fundara nuestra querida Santa Ángela de la Cruz.

La Junta de Gobierno de la Hermandad de la Macarena, reunida ex profeso para tomar esta decisión, se ha puesto humildemente a disposición de la Iglesia sevillana y de las Hermanas de la Cruz, a las que tanto debemos todos, para cuánto se necesite de la hermandad, en la seguridad de que ese día, donde las Hermanas serán las únicas y verdaderas protagonistas, se glorificará el trabajo, la abnegación y la entrega hacia los más necesitados de estas verdaderas santas de la calle que adquieren el compromiso diario, nada más y nada menos, que de repartir ESPERANZA.

Aunque aún es pronto para pronunciarse sobre los detalles de la organización del traslado, sí podemos adelantar que la ida se realizara en Rosario de la Aurora y que la comitiva comenzará su recorrido sobre las siete de la mañana, para acceder al estadio de la Cartuja poco antes de las diez de la mañana y situarse en el Presbiterio que se instalará para la Beatificación de Madre María de la Purísima.

12 mayo 2010

Formación Cofrade - La Fiesta de la Catedral


La fiesta de la Dedicación del Templo tiene raíces profundas. El primer libro de los Macabeos habla de ella (1 M 4, 36). El Nuevo Testamento nos dice que el mismo Jesús participó en la fiesta de la Dedicación del Templo de Jerusalén (Jn 10, 22).

Benedicto XVI, en la Audiencia General del 18 de noviembre de 2009, enseñaba así a los fieles: “La fe cristiana, profundamente enraizada en los hombres y mujeres de aquellos siglos, no dio solo origen a obras maestras de la literatura teológica, del pensamiento y de la fe. Inspiró también una de las creaciones artísticas más elevadas de la civilización occidental: las catedrales, verdadera gloria de la Edad Media cristiana”. Nosotros, en Salamanca, gozamos de una herencia preciosa: no una, sino dos catedrales que ofrecen lo mejor del románico y del gótico español. ¿Por qué no celebrar juntos gozosamente su fiesta? ¿Por qué no reunirnos este día bajo sus bóvedas y dar gracias a Dios siguiendo la antigua tradición? Pero… hay razones de más calado:

1 – ¿Qué es una catedral?

Juan Pablo II, en Pastores gregis, nº 34, responde: “La catedral es el lugar donde el Obispo tiene su Cátedra, desde la cual educa y hace crecer a su pueblo por la predicación, y donde preside las principales celebraciones del año litúrgico y de los sacramentos. Precisamente cuando está sentado en su Cátedra, el Obispo se muestra ante la asamblea de los fieles como quien preside in loco Dei Patris... Precisamente la presencia de ésta hace de la iglesia catedral el centro material y espiritual de unidad y comunión para el presbiterio diocesano y para todo el Pueblo santo de Dios… Aunque el Obispo ejerce su ministerio de santificación en toda la diócesis, éste tiene su centro en la iglesia catedral, que es como la iglesia madre y el punto de convergencia de la Iglesia particular”.


2 – ¿Qué es la cátedra?

A esta pregunta responde el Ceremonial de los Obispos, nº 42: “La iglesia catedral es aquella en la cual el Obispo tiene situada la cátedra, signo del magisterio y de la potestad del pastor de la Iglesia particular, como también signo de unidad de los creyentes en aquella fe, que el Obispo anuncia como pastor de la grey”.


3 – ¿Qué es la Fiesta de la Dedicación de la catedral?

El nº 225 de la Ordenación General del Misal Romano, dice: “Las catedrales y las parroquias han de estar siempre dedicadas. Los fieles miren con especial respeto la iglesia catedral de su diócesis, así como la propia iglesia y las consideren como un signo espiritual de aquella Iglesia a cuya edificación y dilatación están destinadas en virtud de su profesión cristiana”. Juan Pablo II, el 20 de abril de 1999, escribió estas palabras con motivo del tercer centenario de la consagración de la catedral de Niza: “Mediante un acto litúrgico solemne, la consagración convirtió la catedral en centro de vuestra diócesis, dado que refleja su vida, como una casa refleja la vida de la familia que vive en ella. Es el lugar, abierto a todos, donde cada uno encuentra a Cristo, que llama a sus discípulos para alimentarlos con su palabra y su Cuerpo. Punto de referencia permanente de todos los diocesanos, está destinada a reunir a los fieles en «Iglesia-asamblea» y en «Iglesia-comunidad». La catedral debe ser considerada el centro de la vida litúrgica de la diócesis”.


4 – Invitación para la celebración anual de la Dedicación de la Catedral

Lo pide el Ceremonial de los Obispos en su nº 45: “Incúlquese en el ánimo de los fieles, por los medios más oportunos, el amor y la veneración hacia la iglesia catedral. Para esto es muy conveniente la celebración anual de su dedicación”.


Florentino Gutiérrez, Vicario General de la Diócesis de Salamanca

Ángel Rodríguez, Deán de la Catedral de Salamanca

05 mayo 2010

MES DE MAYO 2010 - MES DE MARIA

Bienvenido Mayo, y con alegría;
por eso roguemos a Santa María
que pida a su Hijo aún todavía
que de pecado y locura nos guarde.
Bienvenido Mayo.
Bienvenido seas, y con alegría.

Alfonso X El Sabio

Madre de Cristo
Madre de la Iglesia
Madre de la divina gracia

Madre purísima
Madre castísima
Madre siempre virgen
Madre inmaculada

Madre amable
Madre admirable
Madre del buen consejo

Madre del Creador
Madre del Salvador
Madre de misericordia

Virgen prudentísima
Virgen digna de veneración
Virgen digna de alabanza
Virgen poderosa
Virgen clemente
Virgen fiel

Espejo de justicia
Trono de la sabiduría
Causa de nuestra alegría

Vaso espiritual
Vaso digno de honor
Vaso de insigne devoción

Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,

Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,

Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,

Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,


Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,

Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz
Reina y Madre de la Esperanza Macarena


Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desoigas la oración de tus hijos necesitados y líbranos de todo peligro,¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!

04 mayo 2010

Semana Santa de Écija (Domingo de Resurrección)

Hermandad del Stmo. Sacramento, Gloriosa Resurrección de Ntro Señor Jesucristo, M.ª Stma. de la Alegría y Santa M.ª Magdalena

Sede: Iglesia Parroquial Mayor de Santa Cruz
Año de fundación: 1601
Hermano Mayor: D. Juan Palomo Ibáñez

Con fecha 7 de febrero de 1601, el Provisor del Arzobispado de Sevilla, Pedro de Santander Manrique, aprobaba la Regla de una cofradía de penitencia que, bajo el título de “Santísimo Descendimiento de la Cruz, Benditísimo Entierro y Resurrección”, se instituyó canónicamente en la parroquia mayor de Santa Cruz de Écija. De esta manera la Semana Santa ecijana quedaba completada y coronada con la incorporación de otro Misterio: la gloriosa Resurrección de Cristo. La hermandad pronto disfrutó de privilegios e indulgencias.

El 15 de mayo de 1601, sus hermanos consiguieron agregarla a la Archicofradía homónima establecida en la iglesia de Santiago de los Españoles de Roma; y quince años más tarde, el 13 de septiembre de 1616, vieron confirmada tal agregación. En 1615 sus cofrades solicitaron licencia para que se "agregase y encargase a la dicha cofradía la administración y gobierno del Santísimo Sacramento que ahora nuebamente se levanta, respecto de que en esta dicha yglesia no ay cofradía del Santísimo Sacramento".

Con tal objetivo redactaron 8 capítulos más, correspondientes a la sección sacramental, que fueron aprobados el día 24 de marzo de 1628 por el Provisor de Arzobispado. A partir de este momento la hermandad se intitulará, además, del “Santísimo Sacramento” y oficiará numerosos cultos destinados a confirmar y exaltar el Misterio de la Eucaristía. Como hermandad de penitencia, hacía su estación en la tarde del Viernes Santo. Con el Santo Entierro se dirigían a los conventos de Santa Inés, de Santa Florentina y del Espíritu Santo para regresar al templo de Santa Cruz.

El Domingo de Resurrección, al amanecer, efectuaban una nueva procesión, esta vez con Cristo Resucitado.

El siglo XIX marcó la crisis de esta cofradía, que acabó por disolverse en torno a 1850. Asumiendo el patrimonio espiritual de esta antigua hermandad y con la finalidad de promover la vida cristiana de sus miembros mediante el culto público y devoción del Santísimo Sacramento y Gloriosa Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, se constituyó una agrupación de fieles en la parroquia de Santa Cruz en los últimos meses de 1979.

Reseña artística:

La Sagrada Imagen del Triunfo de Cristo Resucitado es obra de autor anónimo del siglo XVI y restaurada por Ricardo Comas. Diseño y talla: Rafael Amadeo Rojas. La canastilla representa hojas de cardos que simbolizan la muerte, que parten hacia arriba formando palmas que simbolizan la Resurrección, es una talla de estilo barroco.






La Santísima Virgen de la Alegría, cuyo paso es portado por hermanas costaleras, es obra del imaginero sevillano Antonio Dubé de Luque del año 1988. La canastilla realizada en los talleres de Orfebrería Andaluza de Manuel de los Ríos, de Sevilla.

La Virgen de la Alegría es el único paso en ecija cuyos costaleros y capataz SON MUJERES




(Textos e imágenes cedidos por Yolanda García García)

De este modo concluímos este apasionado recorrido por la Semana Santa de Écija, Semana Santa desconocida para mí y supongo que para muchos de los que teneis el honor e vistitar este blog. Un trabajo que es justo señalar es mérito exclusivo de una excelente persona, gran amiga y cofrade ecijana, devota de
Nuestra Madre de la Esperanza Macarena. Sin su iniciativa, sin su esfuerzo, sin su colaboración, este precioso viaje por la Semana Santa de Écija no habría sido posible. Gracías Yolanda, de corazón, por haberme dado la oportunidad de conocerte y por haber creído en este proyecto. Estoy seguro que la Virgen de la Esperanza te lo premiará. El blog de Macareno40 siempre será tu casa.


03 mayo 2010

Semana Santa Ecija (Sábado Santo)

Real, Muy Ilustre, Antigua y Noble Cofradía de Nazarenos de Ntra. Sra. en la Consideración de Sus Angustias y Soledad, Sto. Entierro de Ntro. Sr. Jesucristo y del Dulce Nombre de Jesús

Sede: Iglesia Parroquial Nuestra Señora del Carmen
Fundación de la Hermandad: 15/7/1573, aunque hay escrituras de donación a favor de la Hermandad de 1492
Hermano Mayor: D. Fernando A. Varela Pairet.

El día 11 de julio de 1573, el licenciado Juan Rodríguez, Provisor del Arzobispado, aprobaba la Regla de la "cofradía de la Soledad de Nuestra Señora", primitivo título con el que iniciaba su andadura la hermandad que marca en Écija el epílogo de la Pasión y Muerte de Jesucristo. Instituida canónicamente en el convento de carmelitas calzados, tuvo capilla propia contigua al templo conventual desde 1609.

Prácticamente desde su fundación gozó de un prestigio y fervor inusitado. Según testimonio de 1623, esta cofradía era la que tenía el mayor número de hermanos "y es cofradía de gran nombre y mucha devoción e solemnidad, que sale el Viernes Santo por la tarde,...e se celebra con mucha autoridad de pompa". En la tarde del Viernes Santo hacía igualmente estación de penitencia otra poderosa hermandad, la de Nuestra Señora del Rosario, con sede canónica en el convento de San Pablo y Santo Domingo. La rivalidad entre ambas fue una constante en los siglos XVII y XVIII, hasta el punto de que fueron condenadas, por sentencias del Consejo de Castilla de 1786 y 1789, a abandonar la penitencia pública por los grandes "escándalos y excesos” que provocaban. A raíz de este suceso la hermandad de Nuestra Señora del Rosario no volvió a procesionar, subsistiendo hasta nuestros días como hermandad puramente de culto. La de Nuestra Señora de la Soledad, en cambio, consiguió permiso real en 1834 para reanudar esta práctica cada Viernes Santo.

Con fecha 6 de junio de 1852, la hermandad de Nuestra Señora de la Soledad aprobó un reglamento de régimen interior y económico. El auge que experimentó esta corporación a mediados del siglo XIX, cuya Junta de Gobierno estaba constituida por la nobleza local, se vio reforzado por la aceptación que del cargo de Hermano Mayor hizo la reina Isabel II en 1854, pasando a denominarse Real.

Años más tarde, en julio de 1879, la cofradía consiguió autorización del Arzobispo de Sevilla para agregar a su título el de Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, en atención al Santo Sepulcro que tradicionalmente desfilaba con la Titular. En este mismo año se le permitió además la organización de un Santo Entierro Magno. Con tal motivo, en la tarde del Viernes Santo de 1880, numerosos nazarenos recorrieron las calles de Écija, acompañando a las más veneradas imágenes de las hermandades ecijanas.

Del cortejo procesional formaron parte los pasos de Niño Perdido, Cristo de la Misericordia, Columna y Azotes, Jesús Nazareno (parroquia de San Juan), San Juan Evangelista y Virgen de la Esperanza, Jesús Nazareno Abrazado a la Cruz, Santísimo Cristo de la Exaltación en la Cruz, Santísimo Cristo de la Sangre, Quinta Angustia, Santo Sepulcro y Virgen de la Soledad. La hermandad de Nuestra Señora de la Soledad supo imprimir a sus desfiles una solemnidad y lujo extraordinarios. A fines del siglo XIX y principios del XX, la prensa local ecijana se hacía eco de los numerosos forasteros que se trasladaban a esta ciudad para contemplar su estación de penitencia.

A fines del siglo XIX y principios del XX, la prensa local ecijana se hacía eco de los numerosos forasteros que se trasladaban a esta ciudad para contemplar su estación de penitencia.

Ésta se abría con la sección de caballería romana, seguida del estandarte de la Real Hermandad, bastoneros, tres nazarenos con los atributos de la Pasión, Rey David y dos profetas alumbrado, y paso de la Quinta Angustia, estandartes de las restantes hermandades de la ciudad, cruces parroquiales (excepto la de Santa María), La Fe, Sibilas, alumbrado del Santo Sepulcro, incensarios, paso del Santo Sepulcro escoltado por un cuerpo de infantería romana, nazarenos, Banda Municipal, coro de ángeles precedidos de San Miguel, La Verónica y tres Marías, cruz parroquial de Santa María, capilla de cantores, Directiva de la Hermandad, paso de la Virgen de la Soledad, preste y diácono, tribunal eclesiástico, Ayuntamiento bajo mazas, coronel de la Remonta, juez y Guardia Municipal. Cada salida generaba un considerable desembolso. Desde 1883 y hasta los años setenta del S.XX, la escasez de recursos económicos hizo que la vida de la hermandad se redujera básicamente a sus cultos internos, siendo pocos los años en que efectuó estación de penitencia.

Los años cincuenta introdujeron una novedad de consideración en la cofradía: el traslado de su pública penitencia a la tarde del Sábado Santo. Este día aún se mantiene, reconocido y sancionado por la nueva Regla de 1990.
El cortejo procesional se compone actualmente de tres pasos: la Quinta Angustia, el Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo y Nuestra Señora de la Soledad.
Reseña artística:

Paso que representa la angustia de Ntra. Señora cuando recoge en su regazo el cuerpo sin vida de Ntro. Señor Jesucristo. Las figuras centrales de este misterio son obra del escultor ecijano Rafael Amadeo Rojas, realizadas ambas en madera de cedro real y policromadas. La figura del Stmo. Cristo de la Paz, es de cuerpo entero, en el que se incluye el paño de pureza, mientras que la de María Santísima doble candelero, para cuando no está con la fi gura de nuestro Señor. El conjunto se remata con una Cruz de madera recubierta con láminas de carey con incrustaciones de plata. Sentados en el borde de los laterales de la canastilla, se sitúan dos Ángeles Pasionsitas realizados en madera tallada y policromada, portando sendas cintas de luto con inscripciones en latín clásico bordadas con hilo de plata.


El paso, en madera de caoba en su color, se debe al ebanista ecijano José Rosado y la talla a Francisco Palos de Puente Genil (Córdoba), es de estilo barroco con apliques en plata de ley cincelados por Alfonso Martín (Écija). La iluminación consta de cuatro faroles del orfebre cordobés Damián de Castro, en cada una de las esquinas de la canastilla y ocho tulipas de guardabrisas en la mesa en los huecos de la canastilla.




La venerada Imagen de Jesús en su Santo Sepulcro, es de estilo gótico tardío, fechado entre los siglos XIV y XV, de autor desconocido. Imagen de tamaño natural de pronunciado hieratismo con el que el escultor quiere expresar la falta de movimiento propio de los cadáveres. Con las manos sobre el regazo sin apoyarse en él y las piernas flexionadas, apoyadas únicamente en los talones, transmite cierta tensión. El rostro de Cristo aparece plácidamente dormido. Restaurado en la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Madrid en 1996.



Cristo es acogido dentro de una urna neoclásica realizada en madera y recubierta por finas láminas de carey con incrustaciones en plata de ley cincelada, por el exterior. En el interior se encuentra decorada con la técnica del trampantojo, imitando el carey. Fue realizada por Cristóbal de Yepes, de Sevilla, en 1711, hecho fielmente datado por la reciente restauración a la que ha sido sometida, por D. Luis Cristóbal Antón, en la que se encontró un pergamino con el nombre del autor nombrado y la fecha. En otro pergamino se encontró la oración “Señor, en ti espero, no verme confundido para la eternidad”.


La canastilla sobre la que se asienta la urna es de estilo romántico, realizada en madera dorada, en la que se incrustan cuatro cartelas policromadas con escenas de la pasión en los laterales, restauradas por D. Luis Cristóbal Antón, que las atribuye a Pedro Duque Cornejo, autor de las imágenes de los cuatro Evangelistas que acompañan al paso (S. XVIII). Las dos cartelas frontales han sido restauradas y policromadas por Ángel de la Feria (Sevilla), que restauró y doró la canastilla en 2003.


La urna se ilumina con cuatro faroles de plata de ley de Damián de Castro. El bordado de los faldones de tisú de oro, sobre terciopelo negro, es del ecijano José Luis Asencio.




La bellísima Imagen de Ntra. Señora de la Soledad, es de candelero (para vestir) con pelo natural, atribuida a Luisa Roldán, más conocida por el sobrenombre de La Roldana, del siglo XVIII. Procesiona sobre una peana de considerable altura de madera tallada, dorada y policromada, atribuida a Pedro Duque Cornejo, rodeada de altos candelabros dorados de guardabrisas y arcángeles pasionistas realizados en madera tallada, policromada y estofada, atribuidos a La Roldana, todo al más puro estilo ecijano. El dorado del paso ha sido restaurado recientemente por Ángel de la Feria, de Sevilla.

La imagen de la Virgen se encuentra rodeada por una magnífica ráfaga de plata de ley obra cincelada por el orfebre Damián de Castro, así como, a juego y del mismo autor media luna y corona imperial de hacia 1770. El bordado de los faldones de tisú de oro sobre malla y terciopelo negro son obra de Jesús Rosado Borja.

















Gracias a Yolanda García Garcia por su inestimable colaboración - textos e imágenes