El sábado 21 de Enero de este año de 2023, las calles de la localidad serrana de La Alberca se llenaron de albercanos y de turistas procedentes de múltiples rincones de nuestra geografía, para vivir y compartir un año más, la tradicional Rifa del Marrano de San Antón.
Desde primera hora de la mañana, la plaza mayor de esta maravillosa localidad de la Sierra de Francia, varios grupos de lugareños ocupaban sus soportales, mientras preparaban las fogatas y viandas con las que agasajar a los foráneos al mediodía.
Mientras tanto, el protagonista iba de un lado a otro entre la multitud. Todos querían acercarse, incluso hacerse un “selfi” junto a él. Aunque quien iba provista de un impresionante equipo, además de mi incansable Pilar Pérez Fotografía, fue la directora de cine Isabel Coixet, quien junto a su equipo rodaron imágenes para un documental que si no estoy mal informado nos mostrará la evolución del “porcino” hasta llegar a este día tan señalado en su vida.
La mañana invitaba a comer y a beber, pero sobre todo a calentarse, pues el mes de enero en la sierra salmantina se hace presente. Y que mejor que una gaita y un tamboril para que los más avezados o los más atrevidos, se marcasen unos bailes típicos de folclore de la tierra.
Personalmente, un año más he tenido la oportunidad y la salud de poder compartir esta jornada junto a mi mujer, Pilar, a mis amigos y compañeros de Cateja Teatro. Con ellos se puede ir al fin del mundo pero, especialmente, a La Alberca que les vio nacer y donde siempre están dispuestos a aportar su granito de arena, a colaborar con la causa y a compartir su cariño y amor por la cultura, las tradiciones o la religiosidad popular.
Tras la celebración de la eucaristía, la comitiva, con el alcalde a la cabeza – gracias Miguel Angel Luengo por tanto – se trasladó hasta las dependencias municipales para realizar la rifa, cuyas papeletas se fueron vendiendo en fechas anteriores y, como no puede ser de otra manera, en la propia jornada. Este año la recaudación (alrededor de 5.000 €) se ha destinado a Proyecto Hombre de Salamanca, aunque el ayuntamiento también quiso tener un cariñoso reconocimiento hacia el personal sanitario del Centro de Salud de La Alberca, por su encomiable labor durante los días más duros de la pandemia provocada por el Covid-19. Reconocimiento que fue acompañado de aplausos, vivas y el cariño de todo un pueblo que ha sabido agradecer a los sanitarios su entrega y dedicación.
Y poco más te cuento. Que el número o la papeleta agraciada estaba en poder de un conocido albercano, quien seguro no pasará hambre este año (al menos de “marisco de pocilga”); que gracias una vez más a Cateja Teatro por permitir que me una a una actividad más y a Pilar Pérez Fotografía por su reportaje el cual ilustra este post para el disfrute de todos.
