13 noviembre 2017

José Antonio Fernández Cabrero nuevo Hermano Mayor de la Hermandad de la Macarena - Sevilla 2017

Cuatro meses han transcurrido desde que el 10 de Agosto de 2017 el Cabildo de Oficiales procediese a la Convocatoria del Cabildo Ordinario de Elecciones de la Junta de Gobierno para regir los designios de la Hermandad de la Macarena durante los próximos cuatro años. Cuatro meses, como ya te he comentado en anteriores publicaciones, de intensa campaña, de propuestas y contrapropuestas, de proyectos y programas, de presentaciones de candidatos y equipos… En definitiva, un periodo de tiempo que, sin abandonar las obligaciones establecidas en las Reglas, los macarenos y macarenas hemos estado inmersos hasta la jornada de ayer 12 de Noviembre de 2017.

Una jornada, al menos desde mi punto de vista, en la que más allá de “fracturas o desencuentros” se puso de manifiesto que la Hermandad está viva, que la diversidad desde el respeto es compatible con nuestros principios cristianos y que la que la participación de los hermanos y hermanas es un hecho del que todos los que formamos parte de ella podemos sentirnos orgullosos.





Tras la finalización del Cabildo General Ordinario de Cuentas, aproximadamente a las 13.00 horas del mediodía, dio inicio el Cabildo General Ordinario de Elecciones con la apertura de las urnas, repartidas en ochos mesas por el interior de la Basílica de la Esperanza Macarena. Más de siete horas necesitamos los macarenos para elegir al nuevo Hermano Mayor y Junta de Gobierno. Toda una fiesta de la democracia (como gusta decir a los políticos) que tuvo su reflejo en el alto porcentaje de participación tal y como reflejan los resultados escrutados y las imágenes que te acompaño.




Tensa espera – con Esperanza – la que se vivió tras el cierre de las urnas. Los votos fueron traslados al Museo de la Hermandad para hacer el perceptivo recuento, mientras que el atrio de la Basílica congregaba a partidarios de una y otra candidatura a la vez que otros vivíamos desde nuestras casas, con nerviosismo y emoción, la incertidumbre ante esa llamada, ese mensaje o esa publicación en las redes sociales en la que se anunciase oficialmente el resultado.






Pasados unos minutos de las 23.30 de la noche, las puertas de la Basílica se abrieron tomando la palabra José Luis Vega en calidad de Secretario de la Esperanza, quien solicitó respeto en el momento de la proclamación, evitando así situaciones pasadas que tanto han dado que hablar. A continuación, el Director Espiritual y Rector de la Basílica, Antonio Mellet, procedió a comunicar y a proclamar lo que prácticamente hoy ya todos conocemos. José Antonio Fernández Cabrero, el candidato “no oficialista” había logrado no sólo la victoria, sino que también rompió pronósticos y tradiciones, pues hasta ahora siempre había sido costumbre que aquél que partía como Teniente de Hermano Mayor tenía todas las papeletas para proclamarse vencedor.




Con 2.058 votos a favor Fernández Cabrero se había impuesto a Santiago Álvarez Ortega quien obtuvo 1.732 votos. Si a ellos unimos los 35 votos en blanco y los 14 nulos, en el día de ayer 3.839 hermanos y hermanas decidimos libremente quien ha de ser la persona que lidere este equipo humano que gobierne la hermandad en este próximo cuatrienio. Para los que gustan de hablar de porcentajes, el 53% de papeletas se decantaron a favor de “Cabrero” frente al 46% de “Santi”.


Y te preguntarás ¿ahora qué? Lo primero felicitar y dar la enhorabuena al vencedor, a su equipo y a sus colaboradores en esta campaña, pues al margen de gustos u otras preferencias, es el justo vencedor y quien ha de sabido llegar mejor a los macarenos con su mensaje y propuestas. Podríamos entrar en valoraciones pormenorizadas, pero no creo que yo sea la persona más indicada para ello ni tampoco éste el lugar más apropiado para tal menester. Uno y otro candidato serán quienes tengan que hacer su análisis correspondiente y reflexionar sobre cuáles han sido las claves que han motivado que la balanza se inclinase hacia un lado u otro.


Hay quien habla de “sor- paso”. No seré yo quien emplee este término para hablar de un cambio de gobierno en una asociación pública de fieles. Me inclino más a pensar que, además de los ya mencionados proyectos y propuestas, han influido otras circunstancias que por respeto y cariño a mi hermandad no voy a referirme, pero que están en la mente de todos. Como suelo decir, nada pasa por casualidad.

De las primeras palabras del Hermano Mayor electo se pueden extraer conclusiones y despejar algunas incógnitas, aunque no aquellas que suelen estar en los mentideros y que forman parte de la idiosincrasia macarena de los últimos tiempos: “Mi programa es duro y cumplirlo exigirá esfuerzo. No me da miedo pero sé que me enfrento a una gran responsabilidad. Le he dicho a Santi que tenemos que hacer cosas juntos. Con esta poca diferencia no podemos trabajar por separado.”

Palabras que posteriormente fueron corroboradas en un tweet por el propio Fernández Cabrero, quien tras agradecer a los hermanos su participación en el Cabildo de Elecciones, manifestó su deseo de “construir todos juntos una Hermandad fraterna, caritativa y social”.



Por su parte, Santiago Álvarez también ha tenido palabras de agradecimiento a sus colaboradores, por su entrega y por haber creído en su proyecto. A la vez que ha felicitado y se ha referido “a nuestros Hermanos de la Candidatura de José Antonio Fernández Cabrero por su elección ayer. Deseamos que la Virgen de la Esperanza los guíe en su camino y el desarrollo de su servicio a la Hermandad. Siempre, como todos los hermanos, estaremos a su disposición para mayor honra y engrandecimiento de nuestra Hermandad, en un camino de unidad y concordia.”


Pues que así sea. Por mi parte reiterar la enhorabuena al nuevo Hermano Mayor y a los miembros de la Junta de Gobierno, a mis hermanos y hermanas por su participación, comportamiento y por convertir el día de ayer en una jornada festiva, participativa y democrática. Y enhorabuena también a Santiago Álvarez, por quien aposté desde el primer momento, por haber contribuido a generar ilusión con sus propuestas y por esa humildad que le honra.

Que Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, Nuestra Señora del Rosario y María Santísima de la Esperanza Macarena nos guíen a todos por el camino de la unidad, la concordia y el amor fraternal que ha de imperar en una hermandad como la nuestra. Y que el Señor envíe su Espíritu a José Fernández Cabrero para que acierte en la tomas de sus decisiones y las lleve a buen fin para beneficio de todos sin excepción.