La mañana del domingo 22 comenzó con la segunda de las visitas programadas por la Hermandad de Jesús Despojado de Salamanca. El Señor de Sevilla, Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, nos esperaba en San Lorenzo.
A través de mi hermano y amigo Antonio Vargas concertamos esta visita que se inició, como no podía ser de otra manera, postrándonos ante el Señor. No fueron pocas nuestras oraciones, peticiones y gratitudes por todo lo que nos da cada día.
Emotivo fue pasar junto a El y besar su talón, tantas y tantas veces besado por quién sabe cuantas almas necesitadas de su “gran poder”. Oraciones dedicadas también a María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso, que desde su instancia nos observaba con humildad a cada uno de nosotros.
Siempre presto y dispuesto, nos esperaba Dani, miembro de la hermandad, conocedor en profundidad de la historia de la misma, quien desde la propia puerta de la Basílica hasta la casa de hermandad nos fue poniendo al día sobre diferentes pasajes que han acontecido en la corporación de San Lorenzo.
Una vez allí, en lo que conocemos como el “Tesoro de la Hermandad”, pudimos ver con que gusto y elegancia están recogidos los principales enseres y ornamentos de la cofradía – como solo lo hace la hermandad del Gran Poder –