25 abril 2022

Madruga 2022 - La Hermandad de la Macarena en su barrio sevillano

 

Quiero pediros disculpas, seguidores del blog, por compartir este año – tan esperado para muchos – un reportaje de la Estación de Penitencia de la Hermandad de la Macarena un tanto incompleto. Por motivos que considero no debo reseñar, solamente realicé fotografías en la mañana del Viernes Santo, por el entorno del Barrio de la Macarena: Resolana, Escobero, Parras, Relator. 

En lo personal, fue una Madrugada diferente, pero no así a lo que concierne a la propia Estación de Penitencia, al menos en los momentos que yo presencié. No es fácil organizar a más de 4.000 personas, mantener el orden en las filas – como puede apreciarse en las fotografías -, cumplir con los horarios, evitar cortes, etc. En definitiva, y bajo mi punto de vista, creo que puede calificarse con un notable alto el discurrir de la hermandad por las calles de Sevilla. Enhorabuena, por tanto, a quienes han contribuido a ello.

En el post podréis disfrutar de las distintas petaladas que se arrojaron sobre la Esperanza Macarena en la calle Parras, especialmente la organizada por un grupo de hermanos y vecinos que, durante horas, tijera en mano, despetalaron en la mañana del Jueves Santo miles de flores. Sería muy larga la lista de personas y entidades que hemos contribuido de una forma u otra a que a la Madre de Dios recibiera el amor y la devoción bajo esa impresionante lluvia de pétalos, pero no puedo por menos que expresar mi felicitación a un macareno de verdad, José Luis González Diaz, que durante todo un año ha dedicado su tiempo a que la Esperanza Macarena tuviese la mejor petalada de Sevilla. Gracias José Luis, a ti y a todo tu equipo. La Esperanza lo tendrá muy en cuenta. 

Por supuesto, agradecer a D. Antonio de la Plata, a su esposa Dª Rosa y a su hija (gracias por grabar el vídeo), por su hospitalidad, generosidad y por permitirme usar uno de los balcones de su vivienda del número 19 de la citada calle Parras para poder fotografías esos instantes de emoción, de oración, de música y de cantos a la Esperanza Macarena. Y, cómo no, a Cristina y a su maravillosa familia, por su cariño, sus atenciones y por acogernos en su casa a mi mujer y a mi después del paso de la procesión. Siempre estaremos en deuda con todos y cada uno de ellos, a quienes pido disculpas por si, en algunos momentos, se han sentido molestos con nuestra presencia o por interferir en su intimidad. Que El Señor de la Sentencia y su Madre de la Esperanza Macarena os protejan a cada uno de vosotros y vosotras.