
La Cuaresma es también tiempo
oportuno para crecer en nuestro amor filial a Aquella que al pie de la Cruz nos
entregó a su Hijo, y se entregó Ella misma con Él, por nuestra salvación. Este
amor filial lo podemos expresar durante la Cuaresma impulsando ciertas
devociones marianas propias de este tiempo, como “Los siete dolores de Santa
María Virgen”.
Primer Dolor:
La profecía de Simeón en la
presentación del Niño Jesús

Segundo Dolor:
La huida a Egipto con Jesús y José
Tercer Dolor:
La pérdida de Jesús
Cuarto Dolor:
El encuentro de Jesús con la cruz a cuestas camino del Calvario
Quinto Dolor:
La crucifixión y la agonía de Jesús
Sexto Dolor:
La lanzada y el recibir en brazos a Jesús ya muerto
Séptimo Dolor:
El entierro de Jesús y la soledad de María
Dios te salve María, llena eres de gracia, El Señor es contigo,
bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de
tu vientre, Jesús.
Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.