10 septiembre 2013

Solemnidad y Ofrenda Floral a Santa María de la Vega - Salamanca 2013

Como has podido leer en anteriores post, a lo largo de estos días la ciudad de Salamanca celebra sus Ferias y Fiestas en honor a Santa María de la Vega o la Virgen de la Vega, como comúnmente solemos denominar con cariño esta advocación de la Madre de Dios..

La Virgen de la Vega es la patrona de la ciudad desde hace siglos. Se cuenta que allá por el año 1706 y durante la Guerra de Sucesión que enfrentó a los pretendientes austríaco y francés por el trono de España tras la desaparición de la dinastía de los Austrias, la intervención de la Virgen de la Vega libró a la ciudad del Tormes del asedio y saqueo de las tropas del Emperador Carlos VI.

Cierto es que la Virgen ya era patrona desde 1618, aunque este suceso es especialmente recordado por los salmantinos. Hay quien llegó a afirmar que “sin su mediación es muy posible que no hubiese quedado nada de lo que hoy podemos admirar en la villa”.

La talla de esta imagen de María (final del siglo XII) es una talla singular. De puro estilo románico, mide 72 centímetros de altura. La Virgen lleva sentado al Niño sobre su rodilla izquierda. Está realizada en madera y recubierta de piezas de cobre dorado y ornamentos formados por cabujones de pedrería de colores. Tanto el rostro de la Virgen y la cabeza del Niño junto con las manos de ambos son de bronce fundido y sin dorar. Los ojos de la Madre son de azabache y en el Niño de vidrio azul, que con unas facciones infantiles, recuerda más al estilo gótico.

La cabeza de la Virgen está cubierta con un velo y sobre éste la corona real. Las vestiduras son de chapa modelada a martillo sobre la madera tallada y sujeta a ella por medio de clavillos también de cobre. El trono no tiene respaldo. Está esmaltado y sus partes frontales están adornadas con querubines dentro de aureolas. En todo alrededor del trono se encuentran unas figuras en relieve, esmaltadas sobre un fondo dorado, representando a los apóstoles.

La Virgen de la Vega fue la Titular del monasterio salmantino de Santa María de la Vega, cercano a la vega del río Tormes. Ante el estado ruinoso de la iglesia, fue trasladada a otra y más tarde al Convento de San Esteban, donde permaneció de 1842 a 1904, fecha en la que se instaló definitivamente en el altar mayor de la Catedral Vieja.


La Fiesta y Solemnidad de la Virgen de la Vega coincide con la festividad de la Natividad de la Madre del Salvador, 8 de Septiembre, fecha en la que los salmantinos participamos en la Misa Pontifical que en su honor tiene lugar en la S.I.B. Catedral de Salamanca.

Este año, y como es tradición, alrededor de las 11:30 horas comenzó el desfile de la Corporación Municipal hasta la Catedral, cuyos miembros estuvieron acompañados por la Banda Municipal de Música y un grupo de componentes de la Asociación del Traje Charro. Ya a las 12.00 del mediodía, el Obispo de la Diócesis, D. Carlos López, presidió la Eucaristía ante unas mil personas. El coro Francisco Salinas fue el encargado de dar mayor realce, si cabe, a la misa.

El Obispo no quiso pasar la oportunidad para referirse a la situación del conflicto sirio, recordando que el uso de la fuerza no es la solución, haciendo suyas las palabras del Papa Francisco respecto a este lamentable episodio que estamos viviendo.

Por su parte y antes del propio ofertorio, el alcalde de la ciudad, D. Alfonso Fernández Mañueco, procedió a la tradicional ofrenda poniendo de manifiesto su convencimiento pleno en la Esperanza de que Salamanca tiene los recursos y posibilidades suficientes para afrontar los retos difíciles actuales así como llegar lejos en la consecución de nuevos proyectos.

Tras la Eucaristía, el cortejo retornó al ayuntamiento, donde tuvo lugar el pregón de las fiestas, momento también para que los charros regalasen a propios y extraños su buen hacer con una improvisada muestra de bailes y no menos fotografías para el recuerdo, pues la vestimenta tradicional charra es inmensamente admirada en todo su conjunto, rica en bordados, paños, detalles singulares, etc.












Y qué mejor ocasión para ver las distintas variedades de trajes charros (dependiendo de la localización geográfica) que la Ofrenda Floral a Santa María de la Vega que se celebra cada año el 7 de Septiembre, marcando así el inicio de las fiestas en su honor.

Este acto es organizado por la Asociación del Traje Charro en colaboración con el Ayuntamiento salmantino y en él se dan cita numerosas agrupaciones y asociaciones de la ciudad. En el presente año 2013 se han cumplido 25 años desde la primera Ofrenda Floral, por lo que la presencia de charros y charras ha sido muy numerosa, tal y como deseaba la presidenta de la Asociación, Pilar Arévalo.

A las 19:00 partió el cortejo desde la Iglesia del Arrabal, para “adentrarse” en la ciudad a través Puente Romano y siguiendo por las calles del Rector Esperabé, Veracruz, Libreros, Compañía, Meléndez, plaza del Corrillo, Plaza Mayor, Quintana, Rúa Mayor y Plaza de Anaya, finalizando en el atrio de la Catedral, donde todos los participantes depositamos nuestros ramos de flores.

Un año más he tenido el honor y la oportunidad de acompañar a la Virgen de la Vega en esta manifestación popular que más allá del folclore, del colorido, de la música o los bailes, es toda una declaración de devoción de un pueblo para su Virgen y con su Virgen. Realizar el recorrido por lugares emblemáticos de la ciudad, sintiendo el calor de las piedras de la cantera de Villamayor, entre flores, con los sonidos del tamboril, la gaita o las castañuelas, no impide, más bien al contrario, que uno tenga momentos para recordar a tantas personas que han hecho posible que a lo largo del tiempo se mantenga esta tradición tan salmantina y que, sin desterrar mis debilidades por tierras y costumbres andaluzas, el amor a María siempre es y será universal para mí, pues en cada una de sus advocaciones siempre está presente el Amor incondicional de su Hijo.
































Solo me queda agradecer a quienes me han permitido participar de estos dos días de grandes y no menos sentidas emociones, a quien con un derroche de generosidad quiso que este “charro-macareno” luciera con las mejores galas y que gentes como Heliodoro Ordás, Roberto García o Gabriel Alonso han reflejado a través de sus cámaras, ya no solo para mi recuerdo, sino para poderlas compartir contigo, que es más importante aún. A todos muchas gracias y que ¡Viva la Virgen de la Vega!




















Abre, Madre, tus brazos al pueblo que a Ti llega
en dulce servidumbre de esclavitud de amor
Salamanca te aclama ¡oh Virgen de la Vega!
sus vidas te ofrece, sus almas te entrega,
es tu gloria su gloria y es el tuyo su honor.