Como cada 7 de septiembre, los salmantinos son fieles a su fe y devoción a la Virgen de la Vega, patrona de la ciudad del Tormes. Cultura, fe y tradición se dan cita en la jornada previa a las Ferias y Fiestas con una ofrenda floral a la Santísima Virgen.
La devoción a la Virgen de la Vega data del siglo VIII, cuando ya se la adoraba en una pequeña ermita, junto al citado río Tormes, devoción y culto que acrecentaron los monjes agustinos en el siglo XII.
En el año 1653 es nombrada patrona de Salamanca, tras su proclamación unos años antes.
La procesión parte de la Iglesia de la Santísima Trinidad (El Arrabal). En ella participan numerosos grupos de charros y charras vestidos con sus ropas tradicionales, llevando cestas, arcos y ramos de flores para ofrecérselos a la Virgen.
Llevada a hombros por mujeres pertenecientes a la Asociación del Traje Charro, discurre por el Puente Romano hacia la Plaza Mayor para llegar al Atrio de la Catedral Nueva donde es instalada ante un gran arco de flores.
A lo largo del recorrido, no faltan las jotas charras a ritmos de gaita y tamboril, lo que da un ambiente festivo a la procesión.
Las fotografías siguientes han sido tomadas por José Ignacio González Mateos, quien generosamente me las ha cedido para su publicación.