04 marzo 2019

Presentación del Cartel del Domingo de Ramos 2019 - Jesús Despojado Salamanca

La iglesia parroquial de San Sebastián colgó "el no hay billetes" para presentar el Cartel Anunciador de la Estación de Penitencia de la Hermandad Sacramental, Mercedaria y de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus vestiduras y María Santísima de la Caridad y del Consuelo. El acto tuvo lugar en la tarde del pasado sábado día 2 de Marzo y, tal y como presagiábamos algunos, la pintora sevillana Dª Nuria Barrera Bellido no solo no defraudó con su obra, sino que cautivó a los miembros de la hermandad salmantina y a cuantos se acercaron hasta la sede canónica de la hermandad para contemplar en persona dicha presentación.

Abrió el acto el hermano mayor, D. Álvaro Gómez Gómez, para poner en valor la importancia que la pintura tiene para la hermandad como medio de expresión artística a la hora de anunciar su Estación de Penitencia en la tarde del Domingo de Ramos.

Seguidamente, y como puede verse y escucharse en el vídeo grabado por María del Pilar Pérez Gómez, tuve el honor de presentar a mi amiga y hermana en la Esperanza, Nuria Barrera, a cuyo término se procedió a descubrir el propio cartel, el cual fue recibido entre aplausos y exclamaciones ante la belleza del mismo.

Visiblemente emocionada y no menos feliz, como también puede observarse en otro de los vídeos que acompañan este post, la cartelista "se despojó" ante los presentes para poner palabras a su obra: "Preside el cartel, El, como eje central, envuelto en la oscuridad para brillar con luz propia". En su intervención, Nuria Barrera explicó como "una diagonal de derecha a izquierda recorre la obra, desde su rostro hasta la escena a la que llegamos de su mano. María, que es Caridad y Consuelo, le sigue."

Como broche de oro, el Coro de la hermandad, Regina Coeli, interpretó once piezas de Tomás Luis de Victoria, Giovanni Pierluigi da Palestrina, Johann Sebastian Bach y otros compositores de música coral, algunas de las cuales igualmente pueden escucharse en los vídeos que se adjuntan junto al reportaje fotográfico cedido generosamente por la citada fotógrafa Pilar Pérez Gómez.

Un coloquio en la casa de hermandad con el cartelista del pasado año, D. José Angel Nava y la propia Nuria Barrera, cerraron los actos de presentación del Cartel que, como me aventuré a pronosticar en mi intervención, es una obra que no sólo es del agrado de muchos, si no que está dando mucho que hablar - mucho y bien - ya no solo en Salamanca, sino también a orillas del Guadalquivir y en los ambientes cofrades de nuestro país.

Y como es de bien nacidos ser agradecido, no quiero concluir sin dar las gracias, de corazón, a ella, a la protagonista de esta maravillosa obra, por su incondicional amistad, su cariño y por haber venido hasta Salamanca a traernos y dejarnos parte de si y de su corazón en este cartel que pronto llenará escaparates y rincones de la ciudad.

Gracias igualmente a José Luis Pizarro, por la parte que le toca y a José Corrales (Ego Sum), autor de la fotografía original del cartel. A mi hermandad, la Hermandad de Jesús Despojado, por haber confiado en mí y, especialmente, a Pilar Pérez, por apoyarme en éste y otros sueños, por su generosidad, su inmenso cariño y por miles de razones más que evidentemente no son motivo de exposición en este post.


















































“Los pintores, escultores, músicos, fotógrafos, poetas y artistas de todas las disciplinas están llamados a hacer brillar la belleza, especialmente allí donde la oscuridad o el gris dominan la vida cotidiana. Son los guardianes de la belleza, heraldos y testigos de Esperanza para la humanidad”.

“Los artistas, especialmente los artistas que son creyentes, cumplen una tarea importante y necesaria: crear obras de arte que porten, mediante el lenguaje de la belleza, un signo, una chispa de Esperanza y de confianza allí donde las personas parecen ceder ante la indiferencia y la fealdad. Les invito, por lo tanto, a cuidar la belleza, y entonces la belleza sanará muchas heridas que marcan los corazones y las almas de los hombres y mujeres de nuestro tiempo”.

(Palabras pronunciadas por el Papa Francisco en su mensaje a los participantes en la XXI Reunión Pública de las Academias Pontificias)