Como os comentaba en mi anterior post, el pasado sábado 10 de Noviembre, la Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus vestiduras y María Santísima de la Caridad y del Consuelo celebró su tradicional "ROSARIO DE LA CARIDAD", rezo del Santo Rosario por las calles del casco antiguo de la ciudad de Salamanca, en honor a su Sagrada Titular Mariana, María Santísima de la Caridad y del Consuelo.
Un Rosario de Caridad que conlleva no sólo el rezo del Santo Rosario, si no que cada año tiene un fin, una intención especial, siempre dentro del contexto de Caridad y de Consuelo que la Hermandad quiere ofrecer a quiénes por un motivo u otro están pasando por momentos o situaciones delicadas o difíciles. La luz de María Santísima de la Caridad y del Consuelo, en unión a las oraciones de los miembros de la corporación, han de ser un abrazo de Esperanza para todas las personas que sufren cualquier tipo de violencia, de dolor, de necesidad. Que el amor de la Santísima Virgen, mediadora e intercesora ante su Hijo, Despojado de sus Vestiduras, sea el mejor Consuelo para todos.
El Papa Francisco nos convoca a todos a rezar el Santo Rosario, no solo por sus intenciones, si no también como medio espiritual que ayude y anime a fortalecer nuestra fe a la vez que sea luz de vida, de Caridad y de Consuelo para nuestros hermanos, amigos y familiares.
Siguiendo los consejos del Santo Padre, la Hermandad quiso tener una especial atención con dos familias que en estas fechas están pasando por momentos de dolor. Por un lado la pérdida de Angel Rodríguez, gran devoto de Nuestro Padre Jesús Despojado y por otro, la de la pequeña Carla, que partió recientemente al encuentro del Señor víctima de accidente de tráfico. En representación de cada uno de ellos, dos de sus familiares encendieron un cirio del paso de Nuestra Madre en un gesto cargado de simbolismo y emoción, en el que todos los que estábamos presentes nos unimos a su dolor y pesar, acompañándoles con nuestras oraciones en hermandad y fraternidad.
De este modo, a las 19:00 de la tarde partió la procesión de la Iglesia Parroquial de San Sebastián, continuando por la Plaza de Anaya, Calle de Benedicto XVI, Calle de Calderón de la Barca, Calle Libreros, Calle Serranos, Plaza San Isidro, Calle Antigua, Rúa Mayor, Plaza Anaya y regresando a la Parroquia San Sebastián pasadas las 22:00 de la noche.
María Santísima de la Caridad y del Consuelo fue llevada a hombros por hermanos y hermanas de la cofradías, así como por aquellos fieles que quisieron acercarse más a su corazón portándola igualmente sobre sus hombros. Durante el recorrido y dirigido por el Rvdo. D. Antonio Matilla, fueron rezándose los Misterios Gozosos intercalados con piezas interpretadas por el Coro de la Hermandad, Regina Coeli.
Ante la fachada del Edificio Histórico de la Universidad de Salamanca, en este año de su VIII Centenario, el Grupo de Bailes Charros de la Asociación Navega, interpretó un baile dedicado a la Santísima Virgen, en un marco cargado de sobriedad y cariño hacia la Madre de Dios.
María Santísima de la Caridad y del Consuelo iba vestida a la usanza charra para su Rosario. Componía su vestimenta un dengue, una cinta y aderezos de oro en filigrana, destacando en su saya un botón charro recientemente donado por dos hermanos.
Mi gratitud, una vez más, a María del Pilar Pérez Gómez por la cesión de sus fotografías y vídeos para complementar la publicación de este post.
