Por tercer año consecutivo he participado en esta entrañable procesión del Corpus de San Julián, organizado por las Hermandades sevillanas de la Resurrección y de la Hiniesta. Y digo entrañable porque tiene lugar en el entorno del Barrio que da cabida a ambas corporaciones, barrio que se viste de gala y se echa a la calle para presenciar a Jesús Sacramentado en su hermosa custodia. Altares y romero se dan cita por doquier desde primeras horas de la mañana del domingo anterior al domingo de Corpus (en Sevilla, Granada es el jueves). Entrañable también porque me permite compartir bonitos momentos con grandes amigos y compañeros de cuadrilla.
Pero para los costaleros de Santa Marina, el trabajo comienza el día anterior con la mudá del paso a San Julián, de ahí que alguna de las fotografías que generosamente me han cedido mis amigos y hermanos Diego Porteros y Roberto García, pertenezcan a dichos momentos (igualá y traslado del sábado).
El domingo, con la Reina de Triana aún en la calle, acudimos puntuales a la convocatoria enviada por José Luis "El Guindi". Son las 8.00 de la mañana. Recibo con grata sorpresa un sms de mi "sobrino" Héctor el cual me anuncia que desea participar en la procesión y que en breve se une a la cuadrilla. Ésta no es una cuadrilla cualquiera, pues aglutina a grandes costaleros provenientes de la Macarena, Aurora, Madre de Dios de la Palma, la Paz, etc. Costaleros, como no, que habitualmente trabajan a las órdenes de Antonio Santiago y su extraordinario grupo de auxiliares.
Por tanto, ir bajo los palos del paso de Santa Marina es todo un lujo para mi y compartir las cerca de cuatro horas que dura la procesión es motivo de alegría y felicidad.
El reportaje gráfico corresponde a la parte en la que yo participo y aunque resulte llamativo verme en un buen número de fotos, os pido que os quedéis con otras caras. Por supuesto, la del maestro, Antonio Santiago, o la de Javier Prieto y José Luis "El Guindi", Héctor, Luismi, Juan Jesús Herrera, Jorge, Jesús, Carlos Peñuela y un largo etc. de buena gente. De todos ellos aprendo cada día a ser mejor costalero y, sobre todo, mejor persona. Gracias a todos.