Hoy, 15 de Junio de 2012, celebramos la Festividad del Sagrado Corazón de Jesús. Y como no podía ser de otra manera, la Residencia de Ancianos de las Hermanitas de los Pobres, ha celebrado la Solemne Eucaristía en la capilla de la "casa" presidida por su capellán, D. Jesús García. En ella hemos podido participar además de los ancianos y las "hermanitas" algunos fieles que no hemos querido pasar por alto estar cerca de Jesús en este día tan señalado en el calendario litúrgico.
Pues, como ha dicho el presbítero en su homilía, no hay nada más grande que el amor misericordioso de Dios reflejado en el corazón de su Hijo, que murió por todos nosotros para nuestra salvación. Por eso, y a modo de reflexión, te dejo con el texto del evangelio de hoy, para que también te sirva como oración y plegaria a este Jesús que cada nos acoge y protege, que se Despojó de su condición divina, para venir a servir y no a ser servido.
Siguiendo la encíclica de Benedicto XVI y el lema de la Hermandad de Jesús Despojado de Salamanca - Dios es Amor - te invito (me invito) a que dejemos a un lado nuestros egoísmos, nuestros intereses particulares, nuestro mirarnos al ombligo, y unamos nuestras manos en torno al Corazón de Jesús para que aquellos que sufren las consecuencias de la crisis, la enfermedad, la soledad, las injusticias, encuentren la Esperanza para llevar una vida mejor.
Las fotografías - de ni muy buena calidad - corresponden a la Imagen que ha presidido la celebración, mientras otra ha estado presente a lo largo de todo el día en el comedor principal de la residencia acompañando a mis queridos ancianos.
En aquel tiempo, los judíos, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día solemne, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua.
El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también vosotros creáis. Esto ocurrió para que se cumpliera la Escritura: “No le quebrarán un hueso”; y en otro lugar la Escritura dice: “Mirarán al que atravesaron”
Palabra de Dios. (Jn 19,31-37)
Si me permites, quisiera concluir este post con una dedicatoria especial para alguien que está pasando un momento difícil del que deseo pronto se reponga.
Querido Alfredo: quisiera decirte tanto, pero las imágenes condicionan mis palabras. Pido a Nuestro Jesús Despojado que te ayude a salir de este trance y que Nuestra Madre de la Esperanza te proteja y cuide para que pronto puedas estar de nuevo entre nosotros, pues tu presencia es a veces tan necesaria como el aire que respiramos. Mis oraciones en este día que celebramos la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, irán dedicadas íntegramente a ti. Un abrazo macareno y hasta pronto...