En aquel tiempo, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Y al verle le adoraron; algunos sin embargo dudaron. Jesús se acercó a ellos y les habló así: "Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28,16-20)
Hoy, 3 de Junio de 2012, la liturgia nos invita a adorar a la Trinidad Santísima, nuestro Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Un solo Dios en tres Personas, en el nombre del cual hemos sido bautizados. Festividad que el en barrio transtormesino de Tejares (Salamanca) hay cita obligada para postrarse ante los pies de la Virgen de la Salud.
Tras la Novena en su honor, y la ausencia en las calles del barrio en la tarde noche de ayer por causa de la lluvia, las nubes y el sol han sido testigos esta mañana de la Misa Solemne que tiene lugar cada año en el parque anexo a la Iglesia de San Pedro Apóstol, sede canónica de la cofradía y lugar donde acuden miles de salmantinos a implorar a la Madre para que interceda ante Su Hijo, y mitigue o ponga fin a los efectos de tantas enfermedades que están presentes a lo largo de nuestra vida terrenal.
Un parque, como digo, en el que no han querido faltar cientos de fieles para escuchar la Palabra de Dios y participar del Cuerpo y de la Sangre de Jesús Resucitado. El coro de la parroquia, en su mayoría jóvenes, ha acompañado al cuerpo de presbíteros en la celebración de la misa.
A su conclusión, la Santísima Virgen, portada a hombros por los miembros de la hermandad - y de algunos otros que hemos tenido el honor y el orgullo también de llevarla - ha recorrido varias calles del Barrio de Tejares. El acompañamiento musical correspondió una vez más a la A.M. de Cristo Yacente de Salamanca.
Procesión popular, de un barrio que goza de un fervor propio y característico a María Santísima. Un barrio que en su día tuvo la condición de pueblo, hasta que fue fusionado con la capital. Y unas fiestas en las que la crisis tampoco está ausente, lo que obliga a que se pierdan algunas de las tradiciones más arraigadas. Recuerdo, cuando chico, como mis padres me llevaban ante Ella y nunca faltaba en mi "mochila" un botijo de barro o las tradicionales avellanas o almendras. Hoy, cuando regresaba a mi casa, pasadas las 2.00 de la tarde, el último de los "botijeros" me decía con pesar: "hijo, de nueve días hemos pasado a dos... y el próximo año es fácil que no venga.." Pues ya ves, los alfareros también sufren los efectos de la "prima de riesgo, de los mercados y eso que han dado en llamar ajustes para sacarnos de la crisis"
Pero como no quiero dejarte con este mal sabor de boca y si con el corazón abierto a la Esperanza, te dejo con estas cuantas fotografías que entre "chicotá y chicotá" he podido realizar. Que la Virgen de la Salud te proteja, interceda por tus males, por tus dolores y, como solemos decir a la conclusión de la procesión: "¡Salud, hermano/a, y hasta el año que viene"
Esta última fotografía de la Virgen de la Salud quiero dedicársela a una persona, a un gran devoto, que desde ayer está pasando por un momento complicado. "Marce", que no te falta la Esperanza amigo. Un abrazo
¡VIRGEN DE LA SALUD, RUEGA POR NOSOTROS!