Un año más el 23 de Mayo fue cita obligada en Salamanca para cuantos nos sentimos unidos a María y en este modo particular, a su advocación de Auxiliadora. A lo largo de nueve días, devotos y devotas, llenaron la iglesia de esta comunidad, junto a los alumnos del colegio salesiano, que acompañan fieles a la Madre a lo largo de todo el curso y, especialmente, en los días de su festividad.
El Vicario General de la Diócesis, D. Florentino Gutiérrez, fue el encargado de presidir y oficiar el último día de la Novena, que sin solución de continuidad, dio paso a la procesión que partió del patio del colegio.
La imagen, como es tradición, fue sacada a hombros por los alumnos y alumnas del último curso, al frente de Gregorio González como capataz del mismo. En esta ocasión y por motivos de obras en algunas de las calles, el recorrido fue algo más corto, lo que no restó fervor y devoción, especialmente en la calle en la que se ubica la puerta principal de la iglesia y que lleva el nombre de la Santísima Virgen, María Auxiliadora.
Tradición también es que el acompañamiento musical corresponda a la Banda de Música "Ciudad del Tormes", formando parte del cortejo igualmente miembros de la corporación municipal y los niños y niñas que han tomado la Primera Comunión este año.
Concluyó la procesión con el canto de la Salve y la bendición a todos los devotos de María Auxiliadora.
Y, como no, el reportaje que te invito a ver, se lo debemos al incombustible Heliodoro Ordás, con quien hoy he tenido el placer de pasar un buen rato intercambiando fotos y algún que otro "chascarrillo". Sublimes y macarenas gracias Heliodoro.
Y, como no, el reportaje que te invito a ver, se lo debemos al incombustible Heliodoro Ordás, con quien hoy he tenido el placer de pasar un buen rato intercambiando fotos y algún que otro "chascarrillo". Sublimes y macarenas gracias Heliodoro.