En cierta ocasión tuve la oportunidad de escuchar en Sevilla "que las cosas se pueden hacer mejor, peor... o como se hacen en la Hermandad del Gran Poder. Y en Salamanca, si me lo permitís, pasa algo parecido. Las cosas pueden hacerse bien o muy bien... o como las hacen mis queridas "hermanitas".
Del 11 al 15 de Agosto la Residencia de Ancianos de las Hermanitas de los Pobres de Salamanca ha sido un ir y venir de jóvenes que en estos momentos estarán ya disfrutando en Madrid de las actividades organizadas con la visita de Su Santidad Benedicto XVI. Jóvenes procedentes de Corea, Francia, Inglaterra, Goa, México... Las hermanitas, ayudadas por el personal de la casa y por voluntarios de la Parroquia de María Mediadora (Parroquia de acogida) así como de miembros de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Despojado, han dejado una huella imborrable en los corazones de estos chicos y chicas, de la misma manera que ellos nos han dejado lo más grande y hermoso que poseen: SU AMOR.
Visitas a la Residencia, comidas, cenas y más comidas; canciones, bailes y regalos... Pero, sobre todo, mucha alegría, muchas sonrisas y una educación que, parafraseando a mis "amigas" de Corea, se podría calificar de "deliciosa". Os dejo con un amplio reportaje gráfico que gracias a Óscar García, a la propia Madre Superiora, Sor María Dolores y a Heliodoro Ordás, os puede acercar un poco a lo que han sido estos días.
Os invito a que hagáis una parada para contemplar los rostros de felicidad de muchos de los que salimos en ellas, como D. Jesús (Capellán de la Residencia) o D. Domingo (Párroco de María Mediadora, pero también de las hermanitas, de los ancianos y, sobre todo, de esa envidiable alegría que respira cada uno de los jóvenes que ha acudido a la llamada que el Santo Padre ha hecho por mediación del Jesús que nos ama.
LA LLEGADA EL DÍA 11
MOMENTOS PARA LA DESPEDIDA DEL DÍA 15
Y MARÍA, NUESTRA MADRE, ENTRE NOSOTROS...
