Cada año, el 19 de octubre se celebra el Día Contra el Cáncer de Mama como recordatorio del compromiso de toda la sociedad en la lucha contra el cáncer de mama.
Solo vosotras sois capaces de superar algo así, pues nadie tiene tanta capacidad de lucha y de sufrimiento como vosotras, las mujeres. El Señor os dotó de grandes dones, pero también os reservó algunas situaciones nada agradables que os hacen aún más grandes...
Esta tarde - no creo en las casualidades - me encontré con una compañera que lleva varios meses luchando contra esta enfermedad que dicen afecta a una de cada ocho mujeres. Un minúsculo bultito detectado en un examen preventivo es la causa por la que ha de soportar fuertes y duros tratamientos oncológicos y, con ellos, sus secuelas físicas y psíquicas. Pero a pesar de ello, del dolor, del miedo, del rechazo de algún subnormal, pude ver en sus ojos una mirada de Esperanza.
Esperanza que cada día se antepone a esos momentos en los que la mente quiere hacerse dueña y manipular los sentimientos. Esperanza que viene de la mano de quienes investigan en sus laboratorios, con escasos recursos, montones de células para prevenir y erradicar algún día "al bicho" que se cuela sin avisar. Esperanza que procede del corazón de esa gente que nunca pensabas que iba a darte un abrazo, un beso y todo su apoyo. Esperanza, en definitiva, que es la suma de muchas voluntades, de hombres y de mujeres, que hoy unimos nuestros corazones, nuestras almas, para luchar todos juntos, porque juntos podemos hacer más.
Hoy la Esperanza cambia su característico color Verde por el Rosa. Que este lazo no sea sólo un bonito detalle en una foto de perfil, sino un lazo enorme que se convierta en un grito unánime en favor de la solidaridad con quienes están afectadas por el cáncer de mama; un grito a favor de la investigación y de la prevención; un grito a favor de un cambio en nuestro estilo de vida, que minimice los riesgos de padecerlo. Un lazo Rosa que nos llene a todos y todas de ESPERANZA.
Esta tarde - no creo en las casualidades - me encontré con una compañera que lleva varios meses luchando contra esta enfermedad que dicen afecta a una de cada ocho mujeres. Un minúsculo bultito detectado en un examen preventivo es la causa por la que ha de soportar fuertes y duros tratamientos oncológicos y, con ellos, sus secuelas físicas y psíquicas. Pero a pesar de ello, del dolor, del miedo, del rechazo de algún subnormal, pude ver en sus ojos una mirada de Esperanza.
Esperanza que cada día se antepone a esos momentos en los que la mente quiere hacerse dueña y manipular los sentimientos. Esperanza que viene de la mano de quienes investigan en sus laboratorios, con escasos recursos, montones de células para prevenir y erradicar algún día "al bicho" que se cuela sin avisar. Esperanza que procede del corazón de esa gente que nunca pensabas que iba a darte un abrazo, un beso y todo su apoyo. Esperanza, en definitiva, que es la suma de muchas voluntades, de hombres y de mujeres, que hoy unimos nuestros corazones, nuestras almas, para luchar todos juntos, porque juntos podemos hacer más.
Hoy la Esperanza cambia su característico color Verde por el Rosa. Que este lazo no sea sólo un bonito detalle en una foto de perfil, sino un lazo enorme que se convierta en un grito unánime en favor de la solidaridad con quienes están afectadas por el cáncer de mama; un grito a favor de la investigación y de la prevención; un grito a favor de un cambio en nuestro estilo de vida, que minimice los riesgos de padecerlo. Un lazo Rosa que nos llene a todos y todas de ESPERANZA.
Te invito a que visites la web oficial de la Asociación Española Contra el Cáncer: https://www.aecc.es/Paginas/PaginaPrincipal.aspx
Mantengamos la luz de Fe de una oración
en la lucha contra el cáncer.
Pidamos al Señor que nos ayude
y nos de la fuerza necesaria
para que nuestra plegaria convierta
el Amor y la Esperanza en la mejor ayuda
para cuantas personas padecen hoy este mal.
