En el mundo de las hermandades y cofradías hay grandes momentos, actos, hechos o como prefieras denominarlos, que pasan desapercibidos por muchos, mientras que la inmundicia, las miserias, la carnaza, o la permanente mentira y falsedad de algunos, tienen un espacio de privilegio gracias al cual viven del cuento determinados personajes que parecen haber salido del guión de “Los Borgia”
Pero gracias a Dios no todo es así de hediondo y una Asociación de Capataces, Costaleros y Hermanos de Paso con nombre “Madre de Dios del Rosario”, por segundo año ha puesto en valor que los que nos metemos bajo los palos, con el “trapo en la cabeza” como dicen algunos rancios por estas tierras castellanas, también tenemos corazón y un corazón que quiere, siente y se entrega por una causa que va más allá de una procesión, un ensayo o un izquierdazo.
Tras este desahogo que me he permitido, te cuento que a lo largo del pasado fin de semana, 29 y 30 de Junio de 2013, el Pabellón de Deportes de la Alamedilla de Salamanca ha acogido el II Torneo de Fútbol Sala “Mundo Solidario” a favor del Banco de Alimentos de la ciudad y a beneficio de Alejandra, o mejor dicho, de la Asociación Síndrome de Turner “Alejandra Grandes”.
Alguna vez ya te he hablado de esta asociación y de la vinculación que tiene en los proyectos de caridad de la Archicofradía del Rosario de Salamanca. Y a fe que no solo lo mantienen, sino que apuestan por él como demuestra el hecho de la celebración de este torneo. Torneo en el que tengo el honor de ser invitado a colaborar y participar, haciendo algo que me gusta, “hablar por el micrófono” o como dirían mis incondicionales seguidores de las puñaladas por la espalda, a “figurar y saciar mi sed de protagonismo”.
Cada cual que piense lo que quiera, pero créeme si te digo que si alguien es la protagonista de verdad, es una “muñequita” de nombre Alejandra, que el Señor ha querido que tenga más padrinos que nadie y que la Santísima Virgen del Rosario la protege bajo su manto cada día, protección a la que se suman una larga lista de personas, instituciones, hermandades, asociaciones y colaboradores que hacen posible que 16 equipos den lo mejor de sí sobre la cancha de juego, alternando rivalidad y deportividad, diversión con ambición, pero siempre con el corazón puesto en donde Jesús nos enseñó: en el de aquellos que más nos necesitan.
En cuanto al aspecto deportivo, comentarte que han sido más de veinte horas repartidas en dos días, que desembocaron en unas más que disputadas semifinales y final, y que por segundo año consecutivo el equipo Alhambra de Guijuelo se proclamó campeón al vencer al Repartos Beiva, quedando en tercer lugar el equipo de los Jugones y en cuarto el de la Archicofradía del Rosario.
Solo me queda agradecer a la Asociación la oportunidad que me han dado nuevamente al contar con mi colaboración, pues lo poco que uno pone se ve enormemente recompensando al ver la sonrisa de Alejandra Grandes en la entrega de Trofeos. Enhorabuena a todos, a los equipos participantes, a los colaboradores y, especialmente, a los organizadores, la Archicofradía y Asociación de Capataces y Costaleros del Rosario, por seguir llevando a cabo estas iniciativas.