Desde el Miércoles Santo al Domingo de Resurrección, se suceden un sin fin de momentos, de vivencias, de sensaciones, que para quien "tiene la digestión lenta", como es mi caso, precisa de tiempo para "saborearlas" con la justicia que merecen. Como te cuento, y al margen de lo que ya he compartido contigo en anteriores post, uno no tiene la capacidad suficiente para poder discernir tanta belleza espiritual y artística y mucho menos el don de la ubicuidad que me hubiese permitido en todos y cada uno de los desfiles procesionales que se dan cita en la Semana de Pasión hispalense.
De ahí que en este caso te acerco algunas de las fotografías de mi encuentro con el Señor y la Santísima Virgen, en sus distintas advocaciones, así como otras que por su cercanía a mi persona, creencias o gusto, consideré susceptibles de que formasen parte de mi recuerdo.
Gracias por dejarme compartir contigo este post que, sin solución de continuidad, dará paso a otros muchos que aún están pendientes de la Semana Santa pasada y, por supuesto, de la efeméride que en breves fechas viviré con motivo del 50 Aniversario de la Coronación Canónica de María Santísima de la Esperanza Macarena en Sevilla.
LA AMARGURA