28 septiembre 2013

Nueva Dolorosa para la Semana Santa Salmantina - María Santísima de la Caridad y del Consuelo

No puedo negarte que ha salido de las manos y del corazón de Francisco Romero Zafra. Ni tampoco quiero pecar de "ombliguista" si te digo que estamos ante una de las mejores imágenes representativas de la Madre de Dios que han visto la luz en el taller de la cordobesa calle Anqueda.

Contemplando a María Santísima de Caridad y del Consuelo puedes descubrir infinidad de sensaciones, de sentimientos, de carismas, de historias, de proyectos, de sueños. Y también de dolor, de sufrimiento, de pena, de incompresiones de injusticias.


El nombre de la advocación de Caridad y del Consuelo no es un título elegido al azahar. Es el único posible para ser la Madre del que "se despojó de todo rango, a pesar de su condición divina, y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos.Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz". Ella es la Madre de todos los despojados del mundo, de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras.

Del mismo modo que la elección de "Paco" Romero Zafra no fue una decisión fruto de un capricho, de una imposición o de una mera casualidad. Nadie mejor que él para poner su alma, su aliento, su arte, en el dolor de la Madre, siguiendo los postulados y fines de esta joven hermandad que tiene como lema "Dios es Amor" y al que sus hermanos unimos el de "he venido a servir y no a ser servido".

Y amor, puro y duro, es lo que se concita en esta Caridad y Consuelo de los salmantinos. La mirada de la "dolorosa" de Zafra es la mirada del dolor convertido en Esperanza; su media docena de lágrimas recogen el Consuelo de los que sufren, de los afligidos, de los que derraman su pena por los rincones de este jodido país que cada vez más carece de valores, de principios, de respeto, de vida. Es por ello que Zafra no puede dejar de impregnar en su obra unas manos generosas, mediadoras, intercesoras de Caridad, que ofrecen precisamente eso, Esperanza y Caridad para los preferidos de su Hijo.


Semblante serio, tal vez recio, como somos los castellanos y a la vez dulce, generoso, tierno y expresivo, como sois mis otros paisanos, los andaluces. En definitiva, todo un regalo para los hermanos de una cofradía que en su día soñó con tener otra "madre" con quién hablar, a quién rogarle, suplicarle, agradecerle... El mejor espejo donde mirarnos y proyectar el mensaje del amor fraterno. No me faltan razones para creer que Ella será capaz de penetrar en nuestras almas, a veces marchitas, grises e incluso cerradas a la fe, convirtiéndose ya no en la ansiada madre, sino en la amiga, la compañera, Nuestra Caridad y Consuelo.


No puedo concluir este esperado post sin felicitar a todos mis hermanos y hermanas de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Despojado. Ya la tenéis con vosotras y vosotros. Quererla, amarla, ser fieles a Ella. Estoy seguro de que no os fallará.

Gracias a quienes creísteis en mi proyecto, ahora vuestro, a los que os subisteis al tren del que un día me bajé (o me tiraron), pues sin la ilusión, trabajo y generosidad que demostrasteis, este milagro no habría sido posible. Gracias de corazón.

Y a ti, querido y admirado Paco, D. Francisco Romero Zafra, decirte gracias sería muy escaso. Tu fidelidad, tu amistad, tu palabra, son virtudes que te hacen grande como persona. Tu arte, tu experiencia, tu carisma, tu trabajo, dicen de ti que eres uno de los mejores imagineros de esta época. Te miro a ti... y miro a Ella, y mi corazón se encoje de emoción ante la dicha que ambos sois capaces de generar en él. Te quiero amigo.


Prohibida la reproducción de esta fotografías sin autorización del autor. (http://www.franciscoromerozafra.com/index.html#!/)