Para ti que me sigues desde fuera de Salamanca, "te cuento": La Hermandad de N.P. Jesús Despojado de Salamanca tiene su sede canónica en la Iglesia de San Benito, que aunque sus orígenes datan de 1104, durante la división de la ciudad en dos bandos enfrentados - siglo XV - dio origen al bando de San Benito, enfrentado al de Santo Tomé. En 1506, Alonso II de Fonseca mandó edificar la nueva iglesia de estilo gótico, que posteriormente se iría mejorando por la familia Maldonado.
No es una iglesia de grandes dimensiones, de ahí que la Junta de Gobierno de la Hermandad, como ya te he explicado, acordó celebrar la Bendición Solemne de la Imagen en la Parroquia a la cual pertenece la iglesia de San Benito, es decir, la Iglesia de la Purísima. (Gracias Fructuoso y José Manuel por vuestra colaboración)
De ahí que, pasadas las 7 de la tarde, se organizase el cortejo que trasladaría al Señor a la citada sede canónica, recorriendo la Plaza de las Agustinas, Ramón y Cajal, Domínguez Berruerta, Paseo de las Úrsulas, Bordadores, Compañía y Plaza San Benito. El acompañamiento musical corrió a cargo de la Agrupación Musical O.J.E. de Salamanca, por decisión de la propia Junta de Gobierno, los cuales tuvieron el "privilegio" de ser los primeros en acompañar a la Sagrada Imagen por las calles de Salamanca y la Hermandad, poder gozar de su música y de la generosidad de sus miembros. Tal vez no se haya estado a la altura con esta formación musical, pero no todo son aciertos y, para mi, lo importante es que ambas asociaciones, hermandad y banda, estuvieron unidas y presentes construyendo parte de la historia de la Semana Santa salmantina. Quien quiera ver otras cosas, está en su derecho, pero se está perdiendo la oportunidad de recordar dichos momentos.
La Sagrada Imagen fue portada a hombros por la cuadrilla de hermanos costaleros de la hermandad, en unas andas cedidas para la ocasión por la Archicofradía del Rosario de Salamanca, lo cual dio un realce especial y que sin duda contribuyó a que la talla de Romero Zafra pudiese ser contemplada desde todos los ángulos. Informarte que la túnica fue donada y confeccionada por Cristina Domínguez, teniendo varias particularidades, pero destacando que es una pieza abierta en el frente, para que pueda contemplarse la pierna del Señor, imprimiéndole mayor efecto de movilidad, si cabe. Los hermanos y hermanas, intentaban "abrigar" con la luz de sus velas al resto de acompañantes, en una de las noches más frías de este pasado invierno salmantino.
Hablar de quienes participaron en el traslado es bastante arriesgado, pues sin duda fueron muchas las hermandades, asociaciones y fieles que acompañaron este traslado. Si que me gustaría destacar la presencia de miembros de las Hermandades de Jesús Despojado de Jaén y de Zaragoza, amén de los padrinos de la bendición, la Hermandad de Sevilla y a las madrinas, las Hermanitas de los Pobres. Junto a ellos, la práctica totalidad de Hermandades de Penitencia y de Gloria de Salamanca, así como los testigos de la bendición: el Vicario General, el Alcalde en representación del Ayuntamiento y la sociedad salmantina, el Presidente de la Junta de Semana Santa, la Casa de la Iglesia en la persona de su Director, la Asociación de Vecinos Avesal y Caja Laboral, junto con servidor, que en aquellas fechas ostentaba la responsabilidad de Hermano Mayor y el Secretario, en representación de la Hermandad. Tampoco faltaron miembros de la corporación municipal, provincial, así como representación de las Cortes Generales, Regionales y del Senado.
Agradecer igualmente a los presbíteros y sacerdotes y a la Orden de los Jesuitas de Salamanca y a la Hermandad del Dulce Nombre de Cáceres, quienes se encargaron de todo lo relacionado con el cuerpo de acólitos y monaguillos.
Hubo dos momentos importante de reseñar. El primero tendría lugar a las puertas de la Capilla de la Vera Cruz, donde su Capellán, Don Pedro, recibió a la Imagen de Jesús Despojado, acompañado de la comisión gestora de la cofradía. Hubo intercambio de saludos, de recuerdos y, sobre todo, emotividad, fraternidad y oración.
Y el otro momento tendría como protagonista de excepción a la figura de D. Miguel de Unamuno en el 75 Aniversario de su muerte. Un acto que, de la mano del alcalde de la ciudad, D. Alfonso Fernández Mañueco, puso la emoción en todos los presentes al escuchar de su voz el recitar los versos del Poema “El Cristo de Velázquez” que escribiera el insigne D. Miguel.
De este modo, el Señor fue entronizado en la iglesia donde se le venera, momento en el que el Rector de la misma, D. Pedro Antonio, dirigió unas palabras de bienvenida, que fueron acompañadas por Sor María de los Dolores, entonces Superiora de la Residencia de las Hermanitas de los Pobres, y por mis palabras de agradecimiento, como hermano mayor.
Las fotografías y videos que te invito a ver están realizadas/os desde un "corazón sublime". Es el corazón de alguien que siente y vive la Semana Santa como el que más, con su propio y riguroso estilo, y que en esta ocasión nos sirve para que puedas tener una amplia visión de este señalado momento en la historia de la Semana Santa salmantina y, como no, de la Hermandad de Jesús Despojado. Gracias, mi querido amigo Heliodoro Ordás, por tu trabajo, por tu presencia, por tu saber estar y, especialmente, por tu apoyo incondicional a mi persona desde hace muchos años. Un "sublime" abrazo.